“El Pititorra” nunca olvidó su primera pelota
Lo que no sabías del “10” del Millonario, héroe y figura en el 2-0 a Boca. Mundo D te cuenta la historia de su apodo y de sus orígenes.
El ya histórico 14 de marzo de 2018 en la vida de River fue uno de esos días que Gonzalo “Pity” Martínez imaginó durante años en su Guaymallén natal. Una familia que vivía de lo que ganaba papá Luis como albañil, no tenía mucho margen para la compra de juguetes. Y el pequeño Gonzalo lo único que pedía, con esa insistencia tan firme de los chicos, era una pelota. El tío Juan, hermano de Luis, le dio el gusto: una pelota de las que no tienen marca, que no son las profesionales, para “el Pity” era un tesoro, una de Champions League.
Con ese balón pasarían horas él, sus hermanos y, claro, su tío. “Dormía con la pelota, no se la podíamos sacar de la cama, ja, ja”, le relata a Mundo D el tío Juan.
Esa pelota protagonizó goles que salían de la zurda del “Pity” en una canchita sin césped del barrio Nueva Esperanza. “Ahí relataba los goles como si los hiciera en River. Era tremendo... un soñador del fútbol. Y él era nuestro sueño”, dice emocionado el tío Juan.
La emoción gigante de los Martínez se entiende por lo que pasó en el estadio Malvinas Argentina. Gonzalo jugó el partido de su carrera, justo cuando más lo necesitaba River. El 2-0 a Boca fue el renacer de un equipo que quedó herido después de la eliminación contra Lanús en la Copa Libertadores del año pasado.
El miércoles, Martínez metió el 1-0 de penal. “Con esa pelota que tenía, se cansó de hacer penales así, ja”, sigue recordando Juan. “El Pity”, además, dio el pase a Ignacio Scocco para el tranquilizador 2-0 en la Supercopa Argentina. Y después sí vinieron los festejos. Aunque el día mágico de Gonzalo se había iniciado por la mañana. Cuando el papá Luis y dos de sus tres hermanos fueron a verlo al hotel Diplomatic, donde concentraba el plantel que dirige Marcelo Gallardo.
Papá Luis lo “retó” por no patear más al arco, pero en esa misma nota con el canal porteño TyC Sports había avisado que esa iba a ser “su noche”.
“Estábamos todos en la tribuna y al gol lo vino a gritar adonde estábamos nosotros”, cuenta el tío Juan.
El mismo “Pity” Martínez lo contó a Mundo D en la zona mixta pospartido. “Uno no deja de pensar en la familia. Y yo cuando hice el gol pensé en ellos y fui para allá”. Martínez se iba del Malvinas Argentinas con una bolsa de plástico en la que se veían la remera, el pantalón y las medias que usó en la fenomenal noche del triunfo sobre Boca.
Esa bolsa ya tenía destino. Como el mismo “Pity” en sus inicios. Arrancó en el club El Sauce, luego pasó por Boca de Bermejo y Andes Talleres. Con su zurda maravilló y jugó un Mundialito en Francia en 2006 con un combinado mendocino. Y ahí entró en la consideración de Huracán de Parque Patricios. Con apenas 14 años se la bancó para vivir solo en Buenos Aires.
Cuenta ese momento el tío Juan. “Nos sorprendió y nos dejó medio tristes que se fuera tan chico. Pero lo bancamos. Eso sí, me dijo que le cuidara la pelota. Y eso hice, se la guardé. Nos emocionó a todos el ‘Pititorra’”. –¿“Pititorra”?
–Ja, ja, sí... Nadie sabe que ese era su apodo. Porque de nene era igual al pajarito. Así, inquieto, movedizo. Después le empezamos a decir “Pity”, para que no quedara tan largo el apodo de “Pititorra”.
–¿Y la pelota?
–Se la di 12 años después y la tiene guardada en su casa. La emoción que tenía cuando se la devolví... Estaba igual de gastada que cuando él la usaba.
–¿Y la bolsita que se llevó “el Pity” la noche del miércoles del estadio con todas las cosas?
–Ja, ja, fue un regalo para nosotros, para su familia. Imaginate que... y no puedo hablar más... la emoción que tenemos los Martínez no se la imagina nadie...
Todo River está igual... gracias al “Pititorra” Martínez, el muchacho que nunca olvidó la primera pelota que le regalaron.