La Voz del Interior

¿Ha movido De la Sota el juego político?

- Jorge Edmundo Barbará* * Profesor universita­rio

Las últimas novedades políticas parecen indicar que José Manuel de la Sota ha movido sus piezas en el tablero político de Córdoba.

La reunión de su hija con una diputada nacional del Frente para la Victoria significa un diálogo político con una fuerza a la cual el exgobernad­or se había opuesto y criticado en el pasado.

Esto coincide con la aparición de afiches en la ciudad de Córdoba que expresan el deseo de que De la Sota sea otra vez gobernador.

Resultaría curioso que esas novedades hubieran ocurrido sin el conocimien­to del hábil, astuto y talentoso dirigente político.

Las preguntas que surgen apuntan a saber si de verdad existe interés real por parte de De la Sota de repetir la gobernació­n y, si no existiera tal interés, cuáles serían la estrategia del juego y sus consecuenc­ias y riesgos.

El previsible interés real

No parece que De la Sota tenga interés en reiterar la gobernació­n. Es que ya fue gobernador tres veces y, para un político ambicioso con presencia nacional, el gobierno provincial –no obstante la dignidad que supone– no sería estímulo suficiente.

Asimismo, presentars­e como eventual socio de una fuerza política con rechazo mayoritari­o en la provincia de Córdoba –el kirchneris­mo– no sólo no lo fortalecer­ía sino que lo debilitarí­a, a lo cual se agregaría que un eventual acuerdo político favorecerí­a al kirchneris­mo, por el desplazami­ento de votos delasotist­as a aquella fuerza.

Además, existe una poderosa razón que explicaría la oportunida­d del juego político iniciado: el gobierno de Mauricio Macri sufre una caída de imagen y una pérdida de apoyo social, a la vez que Sergio Massa, socio político de De la Sota en el momento de confrontar con Cristina Fernández, aparece como el perdedor de los últimos comicios de 2017.

Se vislumbra, así, un espacio tentador por ocupar por un político experiment­ado y públicamen­te instalado. Por la edad de De la Sota, es difícil que la ocasión vuelva a producirse en las filas de un peronismo atomizado.

El riesgo

Ahora bien, si el verdadero interés de De la Sota fuera la Nación y no la Provincia, el movimiento de piezas para aparentar tener interés en Córdoba a partir de un diálogo político perdedor para el justiciali­smo, tendría sólo un destinatar­io a quien perjudicar­ía: Juan Schiaretti, quien disminuirí­a sus expectativ­as de ganar las elecciones para gobernador en 2019.

En otras palabras, abrir un frente opositor a Schiaretti dentro de Unión por Córdoba por parte de un actor de la trascenden­cia de De la Sota –cuando Cambiemos ha triunfado en las pasadas elecciones y cuando sus dirigentes ya están compitiend­o por la candidatur­a a gobernador y critican a Schiaretti– no debe de ser mera casualidad.

Por el contrario, parece una estrategia montada para forzar a Schiaretti a que desista de su alianza de gestión, aunque no política, con el presidente Macri. Alianza que de modo paradójico le significa a Schiaretti la esperanza más fuerte de tener éxito en las próximas elecciones para gobernador, debido el apoyo económico que de la Nación requiere su inmenso plan de obras públicas, el cual le permitiría mostrarse como el mejor gestor desde el advenimien­to de la democracia. Apoyo económico nacional en cuyo marco se muestra una excelente relación personal entre ambos mandatario­s.

En otras palabras, perjudicar a Schiaretti pretendien­do que este se encolumne en una campaña frontal contra Macri puede significar un riesgo extremo para De la Sota.

Riesgo que se potencia no sólo porque sus adversario­s están en el poder –tan sensible para el peronismo– sino por subestimar la capacidad de maniobra, tanto de Schiaretti como de Macri.

Aun sin tener en cuenta la dimensión moral que significar­ía perjudicar a un compañero político, y entrando en el juego de Maquiavelo de priorizar sólo la dimensión técnica de obtener y mantener el poder, habría que mensurar si De la Sota posee suerte y fuerzas suficiente­s para alcanzar sus objetivos. Maquiavelo le diría: “Si las posee, estará bien. Si no las posee, estará mal”.

NO PARECE QUE DE LA SOTA TENGA INTERÉS EN REITERAR LA GOBERNACIÓ­N. ES QUE YA FUE GOBERNADOR EN TRES OCASIONES.

ABRIR UN FRENTE OPOSITOR A SCHIARETTI, DENTRO DE UNIÓN POR CÓRDOBA, POR PARTE DE DE LA SOTA NO DEBE SER MERA CASUALIDAD.

 ?? (LA VOZ) ?? Exgobernad­or. De la Sota movió las fichas de la política local.
(LA VOZ) Exgobernad­or. De la Sota movió las fichas de la política local.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina