TRES EN CARRERA Y UNA DISPUTA QUE CRECE
El consorcio de cooperación Transportes Olivos-Compañía de Tratamientos Ecológicos (Tosa-Cotreco) observó en dos oportunidades al oferente VegaCaputo. La principal objeción apunta a la vinculación de Vega con el grupo brasileño Solvi, cuyo presidente es investigado por delitos económicos y ambientales en Brasil. La UTE donde participa Cotreco también objeta supuestas inconsistencias en los balances de Vega-Caputo, el capital de trabajo informado por esa oferente, y también la experiencia y la capacidad técnico-operativa de la empresa Caputo, en lo que se refiere a la recolección. El consorcio de cooperación VegaCaputo descarga sus dardos contra Tosa-Cotreco y realiza observaciones sobre la capacidad económica financiera de Cotreco – actual prestataria del servicio de recolección–, denuncia “inexactitudes y falsedades de magnitud en los estados contables” presentados al municipio, sostiene que la empresa cordobesa incurre en actos previstos en la Ley de Responsabilidad Penal Empresaria, y plantea que, en 2017, Cotreco no fue admitida en la licitación de la basura de Villa Carlos Paz por “no cumplimentar los indicadores económicos requeridos”. La empresa Logística Urbana SA –que pertenece al Grupo Ersa, de Juan Carlos Romero– no recibió ni planteó objeciones de peso. No obstante, sí hay advertencias de las otras dos oferentes para el caso de que le sean asignadas a Lusa dos de las tres zonas que se están licitando.
Dado que el Grupo Ersa ya explota el 60 por ciento del transporte urbano, su posición en el mercado de los servicios públicos municipales tiene chances de ser considerada dominante en los términos de la ley nacional 25.156, que regula en todo el territorio nacional la defensa de la competencia.