“Me siento de 29”
Guiñazú dice que la “T” lo rejuveneció como 10 años. “Disfrutamos, pero no podemos parar”, asegura “el Cholo”.
–El 2-1 pasado y este juego podrías haberlo jugado para Boca, que te quiso en 2016.
–Hoy te puedo decir: “No me equivoqué”. Pero así los resultados hubieran sido malos, también diría: “No me equivoqué”. Estoy donde quiero estar. Es el club que confió en alguien que tenía 37 años y ahora tiene 39. Soy un agradecido. No me voy a cansar de decirlo. Estoy acá, disfrutando el momento, pero no podemos parar. No se puede parar. Estamos hechos para esto... El grupo lo entiende.
–¿Creés que sacaron la chapa de candidatos ante Defensa?
–No. El equipo va ganando en madurez. Talleres está mucho más maduro. Nos dio resultado ante Defensa y en otros juegos. Antes no los ganábamos. Eran puntos que dejábamos escapar. Ganamos en madurez y en equilibrio. No es fácil siendo un equipo tan joven.
Del retiro a dos años “top” –No llegaba más ese 16 de marzo de 2016. La fractura de malar fue brava...
–No tenía en cuenta el día preciso, pero sabía que se había cumplido dos años de mi llegada a Córdo- ba. La gente se empezó a acordar a través de las redes; luego, los medios. Pero es una fecha que me marcó para siempre. Marcó una alegría muy grande. El ascenso, el gol a All Boys y la promesa cumplida a mi viejo.
–Pocos se acuerdan de lo difícil que fue llegar a ese 1-1 con Chicago... Perdiste ocho kilos y hubo que alimentarse por boca.
–Vos lo sabés. Dije: “Ya está, no puede ser que me haya pasado esto”. Pero pude. A medida que fueron pasando los días, me fui recuperando de la operación y con mi esposa, que medio indirectamente me trata de “cagón...”, porque no quería que todo se terminara así, uno tomó coraje para demostrar lo contrario. Fue un impulso para poder recuperarme y ayudar a un equipo maravilloso. Después hubo que ganarse el lugar. Kudelka siempre fue claro.
–Con casi 40 años, sos el mejor recuperador y pasador “top”. ¿Cómo pudiste ?
–No me gusta hablar de mí. Digo que se es profesional todo el tiempo y todos los días. Significa dejar mucho tiempo con la familia y amigos, dejar la adolescencia sin ser adolescente. Una maduración muy temprana para un ser humano y un amor propio que no tiene
límites. Como les digo a los pibes: “Para ser un profesional, hay que estar dispuesto y tener los huevos bien puestos. Pocos llegan”.
–¿Te rejuveneció Talleres?
–Como 10 años. Me siento de 29 años. Mínimo. Me río, y digo que mi señora me los saca y me deja viejito; Talleres me rejuvenece. Ja. Ella me dice que siga. Si no fuera por Erika, ya sería el ex-Talleres.