La Voz del Interior

La luz mala ataca de nuevo

- Virginia Guevara Panorama provincial

El fulgor maligno aparece enplenanoc­heenel medio del campo o en las afueras de los pueblos. En el interior de la provincia de Córdoba, la luz mala resiste las explicacio­nes científica­s y se mantiene presente en las historias de miedo. Pero ahora lo que asusta son las facturas de la luz.

Es un problema múltiple para Juan Schiaretti. Su histórico plan de obras avanza en buena parte del mapa provincial, pero tanto familias como comercios e industrias advierten que ya no pueden pagar la luz.

El gobernador es responsabl­e de un servicio de energía que es caro en toda la provincia, y en especial en el interior. Pero es en esos pueblos y ciudades chicas donde Unión por Córdoba compensó en cada elección provincial, por casi 20 años, los votos siempre reticentes de la Capital.

Hoy esas localidade­s están en pie de guerra contra las cooperativ­as eléctricas por el costo de la electricid­ad, y esas cooperativ­as que son verdaderos municipios paralelos se defienden culpando a la Provincia de perjudicar al interior frente a los usuarios de las grandes ciudades, a los que de algún modo subsidia cubriendo las pérdidas de Epec y la tarifa social.

A su vez, los intendente­s –no sólo los radicales devotos de Ramón Mestre– están indignados por el agujero presupuest­ario que supone la poda de tasas municipale­s sobre los servicios esenciales, ordenada por Schiaretti y ratificada el jueves, cuando la Provincia pidió a la Nación que también quite los recargos municipale­s de las facturas del gas.

Si eso se suma al viejo disconform­ismo municipali­sta por los recursos coparticip­ables que se desvían a fondos específico­s, y a la nueva controvers­ia surgida del Consenso Fiscal, se conforma un problema político real en ese manso interior que tantas satisfacci­ones le dio al peronismo. Pero que también se tiñó de furioso amarillo cada vez que fue el propio Mauricio Macri quien lo convocó.

Ninguno de los frentes se resuelve sin costos para la Provincia. Los reclamos por los fondos exigen que vayan a los municipios recursos que en El Panal se cuentan como propios. Cuesta imaginar que Unión por Córdoba deje escalar de manera ilimitada ese conflicto que es capitaliza­do en exclusiva por las aspiracion­es de Mestre.

La vía elegida por la Provincia para tratar de resolver el clamor por el costo de la electricid­ad en el interior es un nuevo marco regulatori­o que supone un salto de transparen­cia: igualará para todos los cordobeses los costos de la energía (el que más sube, por la quita de subsidios nacionales) y de su transporte, pero a su vez

LOS RECLAMOS POR LOS FONDOS EXIGEN QUE VAYAN A LOS MUNICIPIOS RECURSOS QUE EN EL PANALSECUE­NTAN COMO PROPIOS.

fijará una tarifa testigo para los costos de distribuci­ón que suman las cooperativ­as y Epec.

La Provincia se compromete a compensar a las regiones de menor densidad poblaciona­l, donde esos costos de distribuci­ón son más altos, pero avisa que no subsidiará la ineficienc­ia: teléfono para Luz y Fuerza. Los sueldos gerenciale­s de la inmensa mayoría de sus afiliados son los que hacen saltar la térmica, tanto en Epec como en las cooperativ­as.

Si la Provincia avanza en el sentido que anuncia, ese conflicto gremial es inevitable y será tan ruidoso como todos los que protagoniz­a Luz y Fuerza.

La Provincia llega a este punto forzada: mientras los subsidios cubrieron la mayor parte del costo de la energía, dilapidar recursos fue una práctica cuyas consecuenc­ias no detonaron las facturas domiciliar­ias. Pero el brutal ajuste nacional en materia de tarifas finalmente le estalló a Schiaretti.

El resto de la semana no trajo nada nuevo a la política local. Los cuatro aspirantes de Cambiemos puestos a competir por Mauricio Macri –Mestre, Mario Negri, Héctor Baldassi y Luis Juez– prometen equipos técnicos de los que hasta ahora no trascendió ningún nombre, pero no para de crecer el desacuerdo sobre el reglamento con el cual se consagrará al candidato: mientras los radicales y juecistas advierten que no aceptarán otro criterio que el de la interna abierta, desde el PRO sostienen que no se necesita otra cosa que el dedo presidenci­al.

No caben dudas de que para la Casa Rosada esa puja es mucho menos trascenden­te que las únicas palabras públicas que pronunció Schiaretti en toda la semana: el kirchneris­mo no puede ser parte de un peronismo nacional unificado.

La liga de gobernador­es en la que el cordobés es la figura más importante se encargó hasta ahora de frenar todo intento de unidad justiciali­sta y es cada vez más vital para que Macri no tenga dificultad­es en su intento reeleccion­ista. Ese es el dato que más altera a quienes pretenden desalojar a Schiaretti del Centro Cívico en 2019. No es para menos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina