El efecto Mundial
Boca sabe que enfrenta un partido clave contra Talleres, pero varias de sus figuras tienen la cabeza en dos lugares.
No caben dudas de que es el mejor equipo del fútbol argentino. Es el campeón vigente de Primera División y quiere terminar de encaminarse a un nuevo cetro, ahora con la Superliga Argentina. Por eso Boca sabe que el partido del próximo domingo, en la Bombonera, frente a Talleres, será determinante para sus aspiraciones. Y para las del Matador, claro.
El equipo de Barros Schelotto le lleva seis puntos de ventaja al de Kudelka, con siete fechas para el final del certamen. Así que será un partido a todo o nada. El tema para Boca es la situación de varios de sus jugadores.
Ya se sabe que no estará Carlos Tevez, afectado por una lesión. La mirada está puesta en que “el Apache” llegue al partido por Copa Libertadores del miércoles 4 de abril, ante Junior de Barranquilla. La ausencia de “Carlitos” puede promover un cambio en el sistema de juego de Boca y volver al 4-2-3-1.
El delantero de punta saldría entre “Wanchope” Ábila y Walter Bou, con una pequeña ventaja en favor del cordobés.
Hablando de cordobeses, “Bebelo” Reynoso sería el enlace, mientras que Cristian Pavón iría por la izquierda. En tanto, el uruguayo Nahitan Nández lo haría por derecha.
Los últimos dos nombrados abren otro detalle para tener en cuenta: la cantidad de jugadores xeneizes afectados por los partidos de fecha Fifa con sus selecciones nacionales, que sirven como preparación para Rusia 2018.
Un mundo
Además de Pavón (Argentina) y Nández (Uruguay), Boca tiene desparramadas por el planeta a otras de sus piezas vitales: el argentino Pablo Pérez y los colombianos Frank Fabbra y Wilmar Barrios. A ellos se suma otro cordobés, Gonzalo Maroni. El ex-Instituto forma parte del equipo sparring contra el que se entrena la selección de Sampaoli. El pibe podría jugar contra Talleres, a sabiendas de las lesiones de Tevez y de Cardona.
Con tanto jugador en las selecciones, el armado del equipo no es tan simple para Barros Schelotto. Es que, primero, hay que ver en qué condiciones físicas llega cada uno de ellos. Después, se debe manejar con mucha precisión el tiempo de descanso y recuperación de cada uno de ellos. Y, tercero, trabajar en el enfoque de los jugadores, que no sólo traerán el cansancio del viaje, el chip de la selección y sus sueños de Mundial. También hay un desgaste mental por todo lo que significa Boca.
Vale resaltar que el puntero no viene jugando bien y que todavía sobrevuela la frustración de haber perdido la final de la Supercopa Argentina contra River. No es un detalle menor, y son todas cuestiones que pueden comenzar a pesar. Por lo pronto, “el Melli” ya avisó que el jugador que regrese y no esté en un 100 por ciento (de los que se encuentran en selecciones) no será tenido en cuenta.
Barros Schelotto arma el rompecabezas. Y sabe que no puede errar con las piezas porque el domingo tendrá, enfrente, al único equipo que parece capaz de poner en duda su camino al título: Talleres.