Cuando se copa Davis
Con 36 del escolta, Instituto reaccionó a tiempo y le ganó a Peñarol 96-88.
Venía dura la mano. Realmente dura. Pero de esa mano dura, Davis apostó por su mano caliente para darle a Instituto una trabajosa victoria sobe Peñarol. Fue 96-88 para la “Gloria”, que sumó su 11° triunfo seguido en casa. Y fue gracias a los imponentes 36 puntos del escolta, varios de ellos en el cierre del juego. Fabuloso.
Un comienzo a toda orquesta tuvo Instituto, que casi en un abrir y cerrar de ojos se escapó 18-4 en los primeros minutos. ¿Las razones? La Gloria defendía muy bien y dañaba mucho con la transición y muchos pases. El local se floreaba y parecía encaminarse a una victoria cómoda. El primer cuarto se fue 27-15, con 14 puntos de Dwayne Davis.
Es que el “milrayitas” no tenía reacción y en defensa lucía muy endeble. Pero, de a poco comenzó a aparecer. Se cerró sobre su pintura y lo tentó al dueño de casa a tirar mucho desde el perímetro. Instituto erró cinco triples segui- dos y ya no tuvo paso arrollador en ataque. Con la chance de correr y los puntos de Brown y García, la visita se puso en partido al descanso largo: 42-35 para la “Gloria”.
En el complemento, Peñarol siguió con su construcción paciente y creciendo. De hecho, llegó a pasar al frente en el último cuarto, con siete de ventaja. Pero Instituto reaccionó por tres cuestiones: volvió a defender bien, encontró en los puntos de Davis soluciones y fue clave el cambio de esquema de Müller: lo cerró con doble base y Dwayne corrido de alero.
El Albirrojo sigue firme en casa y tercero en la tabla. No jugó tan bien, pero dio muestras de personalidad para resolver un partido muy complicado. Claro, cuando eso pasa, copa Davis.