Quintana, el referente
Antes del receso, había estado en apenas tres partidos (uno de titular) y la zaga Gandolfi-Komar era inamovible. Luego, jugó todo e hizo dos goles. Su mejor momento.
“Dale, ‘Pela’. Vos metele que ya te va a llegar”. La arenga de Mauricio Caranta cotizaba en oro para Carlos Quintana. Talleres transitaba rumbo al receso veraniego, sentando las bases de una gran campaña, pero sin lugar aparente para el central que había venido de Patronato tras conseguir el ascenso a Primera, porque apostaba a hacerlo con Talleres.
El esfuerzo diario le alcanzaba para ser parte de la delegación. Sin embargo, la oportunidad no llegaba y eso lo llevó a pensar en pedirles a los dirigentes que si venía una oferta conveniente “fuera considerada”. Ya no podía ver la angustia de su esposa Camila y de sus hijos. Al final, Caranta tuvo razón: la expresión “juega el que mejor está” del DT Frank Kudelka se hizo realidad y Quintana se convirtió en uno de los zagueros titulares.
Y de qué manera: desde aquel partido con Colón –previo al receso y en el que relevó al suspendido Javier Gandolfi–, ya no salió. Es más, no solamente que jugó los siguientes 13 partidos de la Superliga, sino que anotó sus primeros dos goles en Primera con Talleres. El segundo fue el 1-1 parcial ante Boca y el que le permitió entrar en “el 11” de la fecha que dio a conocer la Superliga.
“Estoy contento en lo personal. Jugué seguido y de la mano del equipo, porque viene trabajando bien. El gol fue importante, pero lo hubiese cambiado por un empate o por una victoria. Hicimos un esfuerzo importante”, dijo “el Pela”, una nueva referencia para la gente de Talleres.
Esos “bieeeeennn” que acompañan los quites de Pablo “Cholo” Guiñazú también se producen cuando “el Gigante” quita abajo y gana en las alturas. Fue uno de los tipos que jugaron como una final. Le dolió hasta las lágrimas el 1-2 sobre la hora.
“Falta para que concluya el torneo. Esperemos terminarlo como lo queremos hacer. Este golpe no nos tiene que tumbar. Nos tenemos que levantar contra Independiente. No hay tiempo para lamentarse. Hay que revalidar con Independiente. La revancha viene rápido. Es necesario transformar la bronca que nos quedó en algo positivo”, señaló el zaguero, que ayer se entrenó a un ritmo menor por una molestia física.
–¿Puede volver a ser el mejor Talleres?
–No estuvimos al nivel de otros partidos en ataque. Pero no nos faltó ambición. La victoria pudo ser para cualquiera de los dos equipos. Quedamos con un sabor amargo. Tuvieron mucha influencia los fallos que nos cobraron cerca del arco. Se lo dije al juez en el partido. Se fue sintiendo que, a medida que pasaban los minutos, con pequeñas cosas nos iba metiendo dentro del arco. No con tanta peligrosidad, pero se notaba la inclinación. Sobre el final, ellos tuvieron el premio.
Sin Gandolfi y con Medina
La posibilidad de que Javier Gandolfi vuelva a la titularidad en Talleres se diluye. El zaguero sigue sintiendo molestias en el microdesgarro que sufrió en un isquiotibial y es probable que tampoco pueda estar en el importante partido contra Independiente, el próximo domingo a las 17.45, en el Kempes.
Ayer volvió a trabajar en forma diferenciada, al igual que Matías Pisano, quien mejora de un esguince de tobillo, pero que también sigue en duda para el encuentro ante el Rojo.
En un trabajo táctico con la defensa, Kudelka probó primero con Leonardo Godoy, Juan Komar, Facundo Medina e Ian Escobar.
La presencia de Medina sería la otra novedad. Ayer ocupó el puesto de central por ausencia de Quintana (tiene algunas molestias musculares), pero el pibe de River iría por el suspendido Lucas Olaza, cuyo puesto fue ocupado por Ian Escobar. Medina fue al sub 20 que trabajó como sparring de la selección mayor en la gira, junto con el delantero Cristian Ojeda.
EL GOL ANTE BOCA FUE IMPORTANTE, PERO LO HUBIESE CAMBIADO POR UN EMPATE O POR UNA VICTORIA.
Carlos Quintana