La pista financiera, el enigma detrás del tiroteo de Nueva Córdoba
En la Justicia federal, se intenta establecer qué funcionaba en el departamento de Nueva Córdoba donde se produjo el asalto. Es una investigación paralela a la búsqueda de los prófugos y de la pistola que desapareció.
En las últimas horas, la fiscal federal N° 3 de Córdoba, Graciela López de Filoñuk, solicitó nuevas medidas de prueba luego de que la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) le envió un pormenorizado informe sobre la situación patrimonial de Guido Romagnoli.
Se trata del joven de 30 años que el pasado jueves 15 de febrero fue asaltado en sus domicilios del 7A y del 8A en el edificio de Rondeau 84, Nueva Córdoba, por una banda de al menos cinco delincuentes.
El hecho desató un intenso tiroteo con los policías (en la calle se hallaron cerca de 90 vainas servidas) que dejó tres muertos ya en la madrugada del viernes 16: el policía Franco Ferraro (29) y los delincuentes Juan Ricardo Serravalle
(53) y Rolando Ricardo “el Ciego” Hidalgo (62).
Un tercer ladrón, Diego Tremarchi (32), fue atrapado esa misma madrugada, mientras que aún permanecen prófugos otros dos delincuentes: Ariel Eduardo Gramajo
(45) y Ariel Rodríguez Murúa (43). Mientras el fiscal provincial de Distrito 1, Turno 4, Rubén Caro, investiga todo lo que rodea al asalto trágico, la fiscal federal López de Filoñuk abrió una causa paralela, ante las sospechas de que en el domicilio de Romagnoli funcionaba una suerte de financiera clandestina.
Al declarar ante la Justicia provincial, el joven dijo que los ladrones le llevaron 300 mil pesos en efectivo y 2.300.000 pesos en cheques, aunque hasta hoy, dos meses después, no aportó un solo nombre sobre los titulares de esos papeles.
En la Justicia tampoco se tienen registros sobre algún particular que se haya acercado a declarar como suyos algunos de estos cheques sustraídos, aunque se ignora si hubo trámites por separado directamente en sucursales bancarias.
Al declarar como víctima del asalto, Romagnoli (recibió un balazo en una pierna durante el robo) aseguró que almacenaba ese dinero en sus domicilios, conectados entre sí por una escalera interna, ya que se dedica a la administración de consorcios.
Sin embargo, hasta ahora, a los investigadores no les cierra su versión e incluso tienen serias dudas sobre cuál fue el real monto con el que huyeron los delincuentes.
O sea, a dos meses del asalto que conmocionó a Córdoba, aún no está claro con cuánto se alzaron los ladrones.
“Tenemos que saber cuánta plata se llevaron para suponer hasta dónde les va a dar la nafta a los que están prófugos”, se sinceró un informante que trabaja desde un principio en la causa.
Gramajo y Rodríguez Murúa ya llevan dos meses sin que la Policía haya logrado atraparlos. Si bien en un principio hubo distintos datos que alertaban sobre diferentes puntos de la provincia de Córdoba en los que habrían estado estos prófugos, lo concreto es que hoy nada se sabe de ellos.
Entrecruzamiento de datos
Según distintas fuentes, la Afip ya elaboró un informe de más de 80 fojas en el que consta un entrecruzamiento de datos sobre la víctima de aquel asalto (relaciones societarias, bienes registrables, evolución de su patrimonio en los últimos años, Rentas y contribuciones, bienes adquiridos o vendidos, créditos, entre otras variables).
En ese escrito, se advierte de que se observa una notoria evolución patrimonial de Romagnoli en los dos últimos años, crecimiento económico que no se podría justificar en un principio con los ingresos declarados por el joven (figura como monotributista).
Consultada al respecto, la fiscal federal López de Filoñuk sólo indicó que, a los pocos días de haberse producido aquel asalto trágico, ella tomó medidas para investigar de oficio (a partir de las primeras revelaciones periodísticas que alertaban sobre una supuesta “financiera”) y que ahora solicitó una serie de diligencias a partir de un informe de la Afip.
La funcionaria judicial evitó explayarse más para evitar que se filtren datos.
No obstante, a partir de otras fuentes, trascendió que en la investigación se incorporó una declaración testimonial en la que se hace referencia a una conocida financiera céntrica.
En ese sentido, se advierte sobre que de allí provenía parte de los fondos que sostenían una supues- ta “cueva” en ese departamento de calle Rondeau al 84, algo que ahora los investigadores tienen que corroborar o descartar.
También figuran dichos sobre que al edificio llegaban personas en vehículos de alta gama, e incluso se habla de diferentes sindicatos que mandaban a sus afiliados a cambiar cheques allí, aunque hasta ahora todo figura en el plano potencial, ya que nada de esto fue probado aún por la Justicia federal.