La empresa apunta a cuatro artículos del convenio
Hay cuatro puntos que Epec pretende discutir del convenio colectivo de trabajo de Luz y Fuerza, además de procurar la aplicación exhaustiva de la bonificación anual por eficiencia (BAE) en los términos que fija el propio convenio.
El primer cambio apunta a que Epec deje de pagar el dos por ciento del salario de cada trabajador a un fondo compensador para los lucifuercistas jubilados. La empresa alega que los 3.376 jubilados de Epec tienen un haber promedio de 57.931 pesos y que alcanzan el 82 por ciento. Los trabajadores activos seguirán aportando a ese fondo: 0,5 por ciento los de hasta 10 años de antigüedad, uno por ciento los de hasta 20 y 1,5 los demás de 20 años. El segundo es un extra que reconoce el convenio cuando el trabajador sale de viaje por vacaciones. Allí se establece que cuando viaja a a más de 100 kilómetros de distancia, el tiempo que le demande el viaje no cuenta como parte de las vacaciones, sino que se le agrega al período vacacional hasta seis días. En la práctica, la empresa viene reconociendo a todos los empleados dos días adicionales, que pretende eliminar.
Otro punto que el Gobierno quiere revisar se vincula a la energía gratis que reciben los activos y jubilados de la empresa. Son 6.300 beneficiarios, y Epec pierde 119 millones de pesos anuales por la energía que no les cobra. El convenio establece que la conexión de la energía al trabajador es sin costo y que, además, tiene liberados 200 kilovatios al mes. Por encima de ese consumo, paga el 20 por ciento (80 a cargo de Epec) sin ningún tope a los consumos excesivos.
De hecho, el consumo promedio de los que gozan de este beneficio es de 400 kilovatios al mes, el doble que el promedio del cliente residencial. Por mes, son 1.574 pesos por beneficiario que asume la empresa.
La intención de Epec es dejar gratis los primeros 200 kilovatios y, sobre el excedente, reducir el subsidio para llegar, rápido, a la tarifa plena.
El cuarto punto es un límite a las licencias por enfermedad inculpable: el convenio permite hasta dos años, con extensión a tres. Epec quiere limitarlo a uno.
“Le aseguro que ningún convenio colectivo es causante de ningún mal financiero. Son las malas administraciones de las empresas las culpables”, sostiene Dante Maldonado, secretario de prensa de Luz y Fuerza Córdoba.
En tanto, fuera de la modifica- ción del convenio, la empresa dispuso por resolución una serie de modificaciones que el gremio resiste.
Una es la limitación a la cantidad de horas extras. La empresa asegura que paga un millón de horas extras (cuestan 50 por ciento o ciento por ciento más, según el caso) que le demandan 670 millones de pesos anuales. Ya elevó el nivel jerárquico de quien debe autorizar esas horas extras.
También se dispuso que recién a partir de los 15 días de licencia de un trabajador ascienda “toda la cadena”. Hoy, quien toma una licencia mayor que cinco días, tracciona hacia arriba: asciende quien cubre ese puesto, y todos los de abajo también. Eso seguirá pasando, pero con licencias superiores a 15 días. El viernes pasado, el gremio emplazó al directorio a levantar estas últimas resoluciones.
El próximo jueves está convocada una asamblea extraordinaria de Luz y Fuerza, que determinará las medidas de fuerza que se seguirán.