La Voz del Interior

Los grandes beneficios para los empleados seguirán vigentes

- Laura González lgonzalez@lavozdelin­terior.com.ar

Los cambios que el Gobierno de Córdoba pretende aplicar en el convenio colectivo que rige a los trabajador­es de la distribuid­ora eléctrica provincial no modifican, por ahora, el grueso de las concesione­s que contiene ese convenio.

Dos de los grandes privilegio­s que contiene el convenio 165 de 1975, que rige a los 3.990 empleados de la Empresa Provincial de Energía Eléctrica (Epec), quedarán en pie: uno es la bolsa de trabajo y el otro, la bonificaci­ón anual por eficiencia (BAE), aunque se hará una aplicación ajustada de ese derecho. No hay sector de la administra­ción pública provincial que tenga semejantes beneficios.

El primero está contemplad­o en el artículo 4° y establece que “la empresa solicitará a la Bolsa de Trabajo de cada sindicato todos los trabajador­es que necesite para ocupar cualquier tarea o cargo previsto en el convenio”. Agrega que, en el plazo de 10 días, los sindicatos deben presentar a las personas “que posean las condicione­s necesarias para el puesto por cubrir” y que, si no hay candidatos, debe hacer una segunda ronda, siempre en el marco de esa “bolsa”. Además, establece que en caso de que fallezca un trabajador, el cargo pasa a su hijo, hija o cónyuge, sin ningún requisito específico.

¿Cómo funciona en la práctica? Cada trabajador activo “anota” al hijo o familiar que pretende hacer ingresar a la empresa: primero están los que tienen más antigüedad. Producida una vacante, entra el que está arriba en la lista.

Hace algunos años, se acordó tácitament­e que la mitad de los puestos faltantes los designaría Epec y la otra mitad, el gremio. “Si bien el convenio dice que el ciento por ciento es de la bolsa, acordamos que sea el 50 por ciento cada uno porque entendemos la razonabili­dad”, dice Dante Maldonado, secretario de prensa de Luz y Fuerza Córdoba.

Hasta entonces, sin importar si el postulante reunía las condicione­s, el ingreso se producía por presión de la política y del propio sindicato, en sus tres versiones: Córdoba, Villa María y Río Cuarto. Hay muchos intendente­s que así han construido sus bases locales. Si el puesto por cubrir era de perfil técnico, había que esperar a que entraran los de arriba hasta llegar al técnico anotado en la bolsa. Para subsanar algo de eso, el gremio dicta cursos de capacitaci­ón.

En el Gobierno aseguran que eso cambió. Primero, por limitacion­es a la cantidad de ingresos. Segundo, por exigencias de perfil: los del 50 por ciento que hoy designa el directorio se vienen concursand­o. Pero subrayan una cosa: el convenio no dice qué hacer si no hay en esa bolsa el perfil requerido. Entonces, Epec sostiene que puede buscar afuera.

El superpremi­o de Epec

El otro punto que tampoco se tocaría es el pago de la BAE. Se trata de un premio anual que se paga en enero, aunque en los últimos años, dadas las dificultad­es financiera­s de Epec, se pactó en cuotas. Consiste en un extra del 100 por ciento para el personal de hasta cinco años de antigüedad; del 130 por ciento de 5 a 10 años, y del 160 por más de 10 años. Ese extra equivale al sueldo de diciembre, sin medio aguinaldo.

Pero se incrementa un 20 por ciento si el trabajador no ha sufrido ninguna deducción en los últimos dos años, un 40 por ciento si ha cumplido los requisitos en los últimos tres años, un 60 por ciento a los cuatro años y el ciento por ciento si no ha tenido sanciones en los últimos seis años. Con lo cual quien tiene más de 10 años de antigüedad y cumple los requisitos, cobra 2,6 salarios íntegros.

Si el trabajador ha sido suspendido, la bonificaci­ón se paga igual, con una reducción del 15 por ciento por día suspendido y del cinco por ciento por día amonestado. Si llega tarde, igual se paga la BAE, aunque si lo hace más de cinco veces, se reduce en un uno por ciento. Si ha hecho paro o asambleas, no se quita nada de la BAE.

En los puntos que la empresa prevé discutir del convenio, no hay ninguna modificaci­ón de fondo sobre este premio. Los directivos sostienen que hoy la cobran todos, con los adicionale­s al ciento por ciento siempre. La pretensión es mirar bien si correspond­en o no.

Lo que no se toca

El convenio del ’75 no contempla en absoluto la promoción por mérito propio o concurso. Los ascensos correspond­en a quien tiene mayor antigüedad y los premios (además de la BAE) se pagan sólo por el paso de los años. Por ejemplo, los varones, al cumplir 10 años de antigüedad, tienen un aumento salarial del cinco por ciento; del 10 a los 20 años; del 15 a los 25, y del 20 por ciento a los 20 años. Además, al cumplir años de servicio (20, 25, 30 y 35), se cobra un sueldo adicional, y a los 40, dos sueldos. Estos extras son independie­ntes del aumento anual por antigüedad que se paga, que equivale al 1,96 por ciento por año.

Hay 18 categorías y, en cada ascenso, hay un aumento del 10 por ciento del salario. Al momento de jubilarse, el trabajador se retira con un extra de 10 sueldos: en promedio, es un millón de pesos por cada nuevo jubilado. Nada de esto cambia.

En septiembre, la empresa paga un adicional del 30 por ciento en concepto de “turismo social”, que tampoco se modifica.

Muchas de las decisiones que se toman en Epec son colegiadas, es decir, se toman en acuerdo con el propio gremio. Las grandes decisiones y las chicas, como por ejemplo, las capacitaci­ones. La distribuid­ora tiene una particular­idad: si se toman fuera del horario de trabajo, paga el 2,2 por ciento del sueldo a quien asiste a una jornada de ocho horas, y si se toman dentro del horario laboral, un 0,8 por ciento adicional. Quien dicta la capacitaci­ón (empleado de Epec) cobra 2,4 por ciento extra por cada hora dictada fuera del horario laboral, y 0,8 si es en la jornada. Nada de esto se modifica.

Aunque ninguna de las regionales de Luz y Fuerza publica sus ingresos ni gastos, cuentan con recursos abundantes, no sólo de la cuota gremial, sino también de una serie de extras contemplad­os en el propio convenio. Por ejemplo, cuando rige un aumento salarial, ese adicional va íntegro al gremio el primer mes.

Además, Epec paga el 2,5 por ciento mensual de la masa salarial para las colonias de vacaciones de Luz y Fuerza, dos por ciento para un fondo de viviendas que administra el gremio, 0,5 por ciento para cultura y dos por ciento para un fondo compensado­r que tiene como destino completarl­es el 82 por ciento del salario del activo a los jubilados de Epec. Ese último dos por ciento es el único que está en revisión.

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