La Voz del Interior

A DOS MESES DE UN ASALTO QUE NO DEJA DE CONMOCIONA­R

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Robo.

El jueves 15 de febrero a la noche, al menos cuatro ladrones armados ingresaron en el edificio de Rondeau 84, Nueva Córdoba, y subieron hasta los departamen­tos 7A y 8A, en los que estaban Guido Romagnoli y su pareja Melisa Sosa. La víctima denunció que le llevaron 300 mil pesos en efectivo y 2.300.000 de pesos en cheques.

Tiroteo 1.

Ya en la madrugada del viernes 16 de febrero, una vecina escuchó un balazo (uno de los ladrones le disparó a Romagnoli, quien se había encerrado en el baño), por lo que llamó a la Policía. Dos de los primeros agentes que llegaron subieron hasta el departamen­to y tocaron a la puerta para preguntar si todo estaba en orden. Desde adentro, abrió uno de los delincuent­es, Ricardo Serravalle, que directa- mente apuntó con un arma a la cabeza de uno de los policías, al que tomó del cuello e intentó ingresarlo para el interior del domicilio. Fue entonces cuando los dos agentes forcejearo­n con los ladrones, momento en que Serravalle volvió a disparar. El balazo afectó al primer policía en un dedo, momento en que logró zafar del delincuent­e. Entonces los dos uniformado­s comenzaron a correr para volver a la planta baja, mientras Serravalle otra vez les disparaba (dos de estos proyectile­s terminaron en el chaleco antibalas de uno de los policías).

Tiroteo 2.

Yaenla hall del edificio, donde había otros policías que recién llegaban, por el ascensor volvió a aparecer Serravalle, quien empezó a disparar con al menos dos pistolas. Uno de los balazos mató al agente Franco Ferraro (foto 1). El intercambi­o de balazos fue infernal: se contaron cerca de 90 vainas servidas en total. Serravalle cayó muerto a los pocos metros y otro ladrón, Rolando Hidalgo, fue abatido por un policía de civil que estaba en un lugar por un trabajo particular.

Prófugos.

Dos de los ladrones, Ariel Gramajo y Ariel Rodríguez Murúa (foto 2) lograron escapar. Hay una recompensa de 200 mil pesos (llamar al 0810-888-3368 o al 101).

Detenidos.

Otro delincuent­e que aquella noche estaba como “campana”, Diego Tremarchi, fue capturado. Tenía una pistola que había sido robada de la Jefatura de Policía en 2015. Su tía abuela Teresa Mitre y su tío abuelo Miguel Ángel Mitre fueron detenidos días después, acusados de brindar datos clave (Teresa era empleada doméstica en los domicilios de Romagnoli).

Arma robada.

El fiscal Rubén Caro sostiene que de la escena del crimen desapareci­ó la pistola con la que los ladrones mataron al policía Ferraro.

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