Córdoba, con peores porcentajes que el país y el Gran Rosario
lidad, lo mismo le ocurre al 58 por ciento de las mujeres.
“Las mujeres de todas las edades están peor en todos los indicadores para el mercado laboral”, subraya.
El 58 por ciento de la fuerza laboral en la Argentina se ubica en cuatro sectores: el comercio, la educación, la salud y el empleo doméstico. Son las áreas menos dinámicas y con menores salarios y donde más mujeres hay.
También menos mujeres acceden a puestos de conducción, tanto en el sector público como privado. “Hay una brecha salarial, las mujeres ganan 27 por ciento menos que los varones. El tema género y empleo es claro”, sostiene De León.
La maternidad
“En la Argentina, desde el año 2000, está estancada la tasa de actividad, que es la que indica la cantidad de mujeres que están buscando trabajo o están empleadas. Los varones participan del mercado laboral en un 81 por ciento y las mujeres un 56 por ciento. Lo que explica ese estancamiento en la tasa de actividad son las mujeres de sectores económicos más bajos, de menores ingresos, menor nivel educativo y que tienen hijos”, sostiene De León.
Como se observa, la tenencia de un hijo perjudica más a las muje- res más pobres. Las de sectores medios y altos postergan la maternidad y siguen estudiando, lo que les permite insertarse en el mercado laboral de manera más beneficiosa. Además, tienen la posibilidad de “tercerizar” el cuidado de los hijos: contratan guarderías privadas o ayuda doméstica.
A nivel nacional, el fenómeno “ni-ni” aumentó 1,7 por ciento en la serie histórica 2003-2017: los jóvenes inactivos eran 501.952 en el tercer trimestre de aquel año y fueron 642.627 en la última medición de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el Indec. El período con más adolescentes y jóvenes inactivos fue el cuarto trimestre de 2014, cuando se contabilizaron 794.550 “ni-ni” en todo el país.
Al comparar el Gran Córdoba con el Gran Rosario, la EPH indica que aunque la ciudad santafesina tenía en 2003 más jóvenes en esta situación, actualmente hay menos “ni-ni” allá que acá: 30.242 chicos rosarinos no estudian ni trabajan, mientras que en la ciudad de Córdoba la cifra llega a 49.263.
En el caso de Rosario, el porcentaje de mujeres que no estudia ni trabaja es del 18,7 por ciento de ese grupo poblacional, mientras que en Córdoba llega al 22,3 por ciento. A nivel nacional, la incidencia de las mujeres entre los “ni-ni” es mucho menor que en Córdoba: 17,7 por ciento de las jóvenes está inactiva laboralmente o abandonó
NO BUSCAN EMPLEO PORQUE NO PUEDEN CONCILIAR LA VIDA FAMILIAR CON LA VIDA LABORAL.
Gimena De León, investigadora
Los datos corresponden al tercer trimestre de 2017.
los estudios.
El Gran Rosario también presenta mejores porcentajes que Córdoba y su área metropolitana a la hora de analizar los “ni-ni” según el nivel de pobreza: mientras que aquí casi el 11 por ciento de los jóvenes no pobres no estudia ni trabaja, en aquella ciudad el porcentaje en ese grupo socioeconómico es del 7 por ciento. A nivel nacional, el 9,8 por ciento de los adolescentes y jóvenes no pobres está totalmente inactivo.