Una coalición a prueba frente al Estado inflacionario
opositores –que le regalaron una imagen de protestas contra los aumentos tarifarios encabezadas por Pablo Moyano, Gustavo Vera y Luis D'Elía– alivió al Gobierno cuando comenzó a escuchar otra vez cacerolas en su contra.
A diferencia de diciembre pasado, cuando la reforma jubilatoria desbordó la capacidad de maniobra de Cambiemos, esta vez las prevenciones vinieron desde adentro de la coalición oficialista. Elisa Carrió se anticipó pidiendo una revisión del aumento tarifario.
Fiel a su estilo, cargó de incertidumbre la profundidad del planteo. La sesión especial convocada por la oposición ya había fracasado, pero Carrió todavía giraba en su auto alrededor del Parlamento manteniendo en suspenso a sus aliados sobre lo que haría al ingresar al recinto.
El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, reveló en esas horas que su impronta en la conducción del radicalismo será muy distinta a la de su antecesor, el santafesino José Corral. Con un estudio elaborado por su equipo técnico, le mostró al oficialismo cómo impactarían los ajustes tarifarios en cada provincia.
Mario Negri percibió que la armonía de su coalición parlamentaria estaba en juego y rápido se puso en el centro de las conversaciones entre las vertientes críticas y la Casa Rosada. A diferencia de diciembre, esta vez el mejor interlocutor que encontraron los parlamentarios oficialistas fue el jefe de Gabinete.
Al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, le tocará actuar desde mañana en la mesa federal, donde se articulan las políticas de energía. No sólo deberá convencer a los gobernadores sobre la nueva instrumentación de la tarifa social resultante del aplanamiento del ajuste tarifario. También deberá convencer al oficialismo de que está haciendo lo suficiente para despegar al peronismo federal de la ofensiva kirchnerista en el Congreso.
Carrió suele ser implacable en sus comentarios informales. A Frigerio le exige que, después del costo pagado por los legisladores oficialistas al bloquear el asalto opositor al ajuste tarifario y la explicación de la solución de compromiso que ofreció la Casa Rosada, colabore de modo eficiente para que el tema salga de la agenda inmediata del Congreso.
La presión interna que ejerce la diputada de la Coalición Cívica suele ser incómoda para el Gobierno, pero por lo general es predictiva.
Cuando le apuntó al ministro Germán Garavano por la mora en la reforma judicial, las causas contra funcionarios del kirchnerismo eran el centro de la demanda social. Ahora, los mismos jueces que amagaron eficiencia entonces son los que comenzarán a investigar los vínculos de la empresa Odebrecht en Argentina. En los que fulgura Julio De Vido. Pero también Angelo Calcaterra.