Del juego limpio a la Libertadores
Guiñazú y Olave hablaron ante los alumnos del San Patricio sobre valores y sobre cómo llegaron a ser ídolos. Luego, expresaron el deseo de verse juntos en la Copa.
–Ni hablar, Julio. ¿Dónde es, maestro?
El diálogo de Julio Mugnaini, exjugador de Belgrano, y Pablo Guiñazú hacía realidad la posibilidad de acordar un encuentro entre dos de los máximos ídolos de nuestro fútbol para comunicarles cómo se pueden transmitir esos valores que les permitieron llegar a ser ejemplos por seguir. Para sus compañeros, rivales y para las niños y niñas que sueñan con ser deportistas de elite.
Así fue la carrera de Olave y así es la Guiñazú; uno retirado a los 41 años y hoy secretario técnico celeste; el otro, aún vigente a los 39 y con nivel de selección.
Así, ayer al mediodía y en la avenida Valparaíso, el colegio se revolucionó con la presencia de ambas figuras, quienes tras agradecer la convocatoria, se elogiaron mutuamente, luego aceptaron las distintas consignas que los pibes del primario y del secundario (eran unos 400) les fueron planteando y, finalmente, charlaron con Mundo D para responder algunas preguntas de la actualidad de los primeros equipos.
“Los partidos y la rivalidad terminan cuando el árbitro pita el final. Ya no soy jugador. Es un orgullo estar al lado del ‘Cholo’, siendo rival. Es un ejemplo para todos. Y no le digan más motor 3.9. Ya viene el 4.0”, abrió “Juanca”.
“Me emociona escuchar las palabras de un ídolo del fútbol argentino cuyo nombre perdurará por siempre. Me emociona estar al lado de este maestro. El fútbol educa. Va de la mano”, continuó “el Cholo”.
Luego, los niños comenzaron a extraer consignas de un buzón que tenía los escudos de Talleres y Belgrano. Felipe sacó el cartoncito y la palabra fue “rutina”. “Hay en todos lados, pero ser jugador de fútbol te convierte en otra persona. Te hace obviar cosas que haría un adolescente común”, dijo “el Cholo”. “La carrera empieza antes de ser profesional. En mi caso fue desde los 8 años. La rutina es sacrificada pero lo hacemos con gusto porque es lo que amamos”, completó Olave.
Luego, pasó la pequeña Isa y la referencia fue “reglas”. “No hay que salirse de las reglas. Es un juego de equipo, hay compañerismo, hay camaradería con los rivales. Capaz que nos van a ver discutiendo en la cancha. Pero fuera, somos esto. En la cancha, uno no puede controlar sus emociones. Por eso uno recalca que no todas las actitudes que tenemos en el campo de juego son buenas. Hay cosas que son buenas y otras que no, quizás por el juego mismo. Fuera compartimos. Nos emparenta el sacrificio y esfuerzo. Adentro nos cuenta un poco más” (JCO).
“Vivimos bajo una presión constante. El fútbol de elite es diferente a cualquier otro deporte. Salís y pedís perdón porque sabés que te equivocaste. Somos seres humanos. Si te equivocás, pedís perdón al rival” (PG).
Cada reflexión fue seguida con suma atención por los alumnos y también por los profesores y autoridades del colegio que aguardaban, con sus lapiceras y camisetas, la oportunidad de poder tener la firma del “Cholo” y de “Juanca”.