Todo depende de Ginóbili
Tiene un año más de contrato. Los Spurs podrían tener muchos cambios. ¿Eso influirá en su decisión?
La última imagen de “Manu” Ginóbili es esa que lo muestra de espaldas, yéndose hacia el vestuario del Oracle Arena, el estadio donde los campeones Golden State Warriors sentenciaron la serie de cuartos de final de la conferencia oeste de la NBA. Dos banderas argentinas agitándose están de frente al zurdo bahiense, que saluda con su zurda mágica, mano con la que acariciará un afiche que se descuelga de la tribuna, para luego desaparecer en un túnel oscuro...
Antes de esa postal de incertidumbre en la que se pierde Ginóbili y luego de la derrota 99-91 de su San Antonio, el coach de los Warriors, Steve Kerr, lo frenó y le dijo frente a las cámaras: “Sigue jugando. ¿Por qué no? Haz como hizo (el tenista) Roger Federer el año pasado. Él probó, siguió porque lo amaba. Y tú me recuerdas a Roger, por cierto”.
“Manu”, claro, no dijo nada de nada. Se iba caliente por la derrota más que preocupado por el futuro de su carrera. Diez puntos, cinco rebotes, siete asistencias no alcanzaron para ganar un juego más en una serie que estaba muy despareja. Ese sentimiento tan argentino de amargura por una caída es el indicio de que el bahiense está con la chispa competitiva encendida. Y eso lo hizo trascender en unos Spurs que, sin su estrella Kawhi Leonard, no tenían chances sobre el poder ofensivo de Kevin Durant y compañía. Sólo un “Manu” de 25 años hubiera salvado las papas, pero resulta que está a punto de cumplir 41 (el 28 de julio).
“Manu” tiene contrato por un año más, bajo una cifra de 2,5 millones de dólares. De modo que si vuelve, nadie se sorprendería.
Y menos en San Antonio, donde los fans esperan que la temporada que viene sea más normal. Por ejemplo, que pueda jugar Leonard. Y que Gregg Popovich siga siendo el entrenador: no dirigió en los últimos tres partidos del duelo con Golden State por el fallecimiento de su esposa. La franquicia, algo conmovida por asuntos internos, cuenta con que “Pop” seguirá en el cargo. Si eso pasa, “Manu” tiene más chances de estirar su carrera.
Otro asunto clave es qué será de San Antonio. El dueño es el empresario Peter Holt, quien se divorció y no en buenos términos. Por lo que las acciones de los Spurs podrían quedar en un tira y afloje que, según ese desenlace, modificaría la gestión del equipo.
San Antonio está en el momento de decidir arrancar de cero: sin “Manu”, sin Tony Parker (que terminó muy venido a menos en su nivel), y sin ¿Popovich? En ese escenario de salidas, una renovación de plantel suena lógica. Y más después de 21 temporadas al hilo en playoffs para San Antonio. Si “Manu” toma en cuenta estos escenarios o no es una cuestión que él sólo sabe. En la temporada promedió menos de nueve puntos, menos de tres asistencias y menos de tres rebotes. En lo que dio “más”, fue cuando el resto dio menos: en los momentos calientes de los partidos. Por eso, una temporada más de “Manu” no tiene intenciones de transformarse en una gira de homenaje, sino que tendría como objetivo ayudar a ganar a los Spurs o, en todo caso, en colaborar para ese proceso de reinicio de la franquicia. Él no dirá qué hará ya mismo. A esperar.