Caso Arribas: Bonadio pidió la captura del arrepentido
El juez federal Claudio Bonadio dio por cierto el descargo hecho por el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, y resolvió pedir la captura internacional de uno de los arrepentidos del Lava Jato, el brasileño Leonardo Meirelles, por presunto falso testimonio.
Meirelles había declarado ante la Justicia brasileña haber pagado sobornos al jefe de la AFI por casi 800 mil dólares, en cinco transferencias hechas en 2013.
El juez también pidió que se investigara a los fiscales argentinos Federico Delgado y Sergio Rodríguez, quienes al tomar testimonio a Meirelles no le impusieron el juramento de verdad.
En su escrito de 25 páginas, Bonadio refresca el caso Lava Jato, recordando que la investigación sobre lavado de dinero y coimas a políticos de parte de empresas privadas a cargo del juez brasileño Sergio Moro reveló la participación, entre otros, del cambista Alberto Youssef, “experto en blanqueo de dinero” y de Meirelles.
Distintas investigaciones en Brasil derivaron en la apertura de cinco causas en Argentina.
En enero de 2017, el periodista Hugo Alconada Mon publicó en el diario La Nación que un operador brasileño había transferido más de medio millón de dólares a una cuenta de Arribas. Eran cinco pagos para que “se reactivara el contrato para el soterramiento del tren Sarmiento para el gigante brasileño Odebrecht”.
En ese entonces, Arribas no era funcionario nacional, pero sí amigo del presidente Mauricio Macri, por aquel momento jefe de Gobierno porteño, distrito interesado en la obra del ramal Sarmiento.
Según Meirelles, el total de esas trasferencias fue de 594.518 dólares, enviados desde una cuenta bancaria en Hong Kong a una cuenta en Suiza, supuestamente de Arribas. Esta información derivó en una causa, en la que intervino el fiscal federal Delgado.
Arribas se presentó ante la Justicia y afirmó que sólo había recibido una transferencia por 70 mil dólares (por la venta de un departamento en San Pablo). Tiempo después, el juez Rodolfo Canicoba Corral cerró la investigación.