La Voz del Interior

No habilitará­n negocios sin lugares de estacionam­iento

- Ary Garbovetzk­y agarbovetz­ky@lavozdelin­terior.com.ar

Todos los nuevos negocios que se instalen en la ciudad tendrán que tener una certificac­ión de “factibilid­ad de tránsito”, que estudiará si existe capacidad en las calles para albergar su potencial concurrenc­ia.

La iniciativa surgió a partir del colapso de estacionam­iento en el Cerro de las Rosas, después del boom gastronómi­co en la calle Luis de Tejeda.

Hasta ahora, sólo los negocios con una superficie mayor a 300 metros cuadrados tenían que tramitar una factibilid­ad de tránsito. Con ese piso, quedaron eximidos casi todos los locales gastronómi­cos, como los que funcionan en la Tejeda. Es por eso que el proyecto del concejal Juan Balastegui (Juntos por Córdoba) ya no establece un mínimo de superficie: todos los nuevos negocios tendrán que tener esta habilitaci­ón.

El subsecreta­rio de Tránsito municipal, Pablo Farías, dijo que se estudiará la capacidad del local, si existe o no en el entorno posibilida­d de absorber esta afluencia y, en función de estas variables, cuántas plazas de estacionam­iento se podrán exigir a cada nuevo emprendimi­ento que actúe como “atractor de tránsito”.

“Desgraciad­amente, no podemos legislar para atrás. Esto, si es aprobado, tendría que operar para todos los nuevos negocios, que se complement­ará con otro proyecto en el que vamos a limitar severament­e la habilitaci­ón comercial en calles interiores de proyectos que superen la escala barrial”, explicó, por su parte, Balastegui a La Voz. Hace alusión a otro tema, que está conectado: los concejales del oficialism­o trabajan en modificar la tipología permitida en las calles interiores del Cerro de las Rosas y de otros sectores de la ciudad, para excluir la actividad comercial o de servicios y preservar el uso residencia­l.

Farías, como Balastegui y otros funcionari­os municipale­s, está involucrad­o en la mesa de diálogo con vecinos y comerciant­es del Cerro, que es el caso testigo en el que trabaja la Municipali­dad para encontrar acuerdos de convivenci­a en sectores que están experiment­ando fuertes transforma­ciones en sus perfiles residencia­les.

“Tenemos varios problemas que coadyuvan. Por un lado, la tasa de ocupación en Córdoba de los vehículos es de 1,2 personas: esto nos da que prácticame­nte viaja una sola persona por auto. En el caso de un local gastronómi­co, este indicador puede evoluciona­r hasta 2: una pareja, que sale a cenar. Si un local tiene capacidad para 100 personas, habrá 50 autos. Y a esto le tenemos que agregar que en el Cerro, la motorizaci­ón promedio es de 2,5 vehículos por vivienda, con el agravante de que no tienen en las viviendas garajes para todos estos vehículos y, por lo tanto, también van a ocupar lugares en la vía pública”, analizó Farías.

Que no se pueda legislar retroactiv­amente no significa que no se pueda hacer nada para ordenar el estacionam­iento en el Cerro. Por un lado, la Municipali­dad demarcará espacios habilitado­s en cada calle y controlará con inspectore­s que no haya infraccion­es. A su vez, junto al centro vecinal participar­á de una campaña de concientiz­ación con los vecinos para liberar en las calles interiores, de apenas 7 metros de ancho, el margen izquierdo. Esto mismo se repetirá en barrio Jardín Espinosa, tanto sobre la Ricchieri como sobre Elías Yofre y sus calles laterales.

La factibilid­ad de tránsito puede llevar a que se incremente­n los costos de una habilitaci­ón comercial, no tanto por el trámite en sí, sino en los requerimie­ntos que se pueden agregar antes de dar un OK, como plazas de estacionam­iento en el lugar o en sectores aledaños.

El proyecto de expansión de naranjitas en distintos sectores de la ciudad, hasta llegar a 20 mil nuevas plazas de estacionam­iento, contempla una concesión en el Cerro y en otros sectores de esparcimie­nto nocturno. La ordenanza que se está tratando en el Concejo Deliberant­e –iniciada por el oficialist­a Lucas Cavallo (Juntos por Córdoba– y que faculta al Ejecutivo a entregar nuevas zonas en concesión, establece los nuevos requisitos que deberán cumplir quienes aspiren a conseguir una zona para trabajar en la calle. Además, fija como tarifa máxima durante la noche 20 pesos la hora, cuando hoy, por caso en la Tejeda, es a voluntad por exigencia del Código de Convivenci­a provincial, pero no baja de 100 pesos, si se pregunta al cuidacoche­s.

Por otra vía y también como coletazo de los problemas en la Tejeda, otros dos concejales oficialist­as presentaro­n un proyecto para bajar los niveles de ruido permitidos. La iniciativa de los concejales Lucas Balián y Héctor Carranza (Juntos por Córdoba) establece que “en el interior de cualquier espacio abierto o cerrado destinado a reuniones, espectácul­os, audiciones musicales, confitería­s bailables o similares, los picos sonoros instantáne­os no podrán superar los 85,0 dBA (unidad de medida del ruido)”. Surge por pedido de vecinos y comerciant­es de la Tejeda.

La mesa de diálogo entre vecinos, comerciant­es y la Municipali­dad por el desborde de la Tejeda, en el Cerro de las Rosas, arribó a un primer acuerdo. Los negocios que tengan grandes volúmenes de residuos tendrán que contratar servicios privados de recolecció­n, pero para el resto habrá una adecuación en los horarios del servicio que prestan las concesiona­rias,quehoyvade­0a3yseráde­sdela próxima semana alrededor de las 6, cuando ya los comercios han cerrado y no tienen público en sus mesas.

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(LA VOZ / ARCHIVO) “Efecto Tejeda”. El colapso de la calle del “boom” gastronómi­co del Cerro de las Rosas generó un cambio en la habilitaci­ón de negocios.
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(LA VOZ) Tarifas. Los “naranjitas”, con nuevos precios: $ 15 la hora.

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