La Voz del Interior

Cinco jefes policiales, sancionado­s por el escándalo en el boliche

Fueron echados del local por ebriedad. Uno terminó peleando y, luego, chocó el auto. Preocupaci­ón por seguidilla de graves episodios con otros comisarios de la Policía de Córdoba.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

En un comienzo, fueron los suboficial­es de medio y bajo rango. Después, fueron los agentes y los cadetes novatos recién ingresados a la fuerza. Ahora, los que preocupan dentro y fuera de la mismísima Policía de Córdoba son los jefes: los oficiales de alto rango.

En las últimas horas, se dispuso una serie de graves sanciones para un grupo integrado por cuatro comisarios y un subcomisar­io que protagoniz­aron un escándalo en una disco de barrio Alta Córdoba, en la Capital, luego de alcoholiza­rse de manera desmedida.

Según se investiga puertas adentro de Jefatura, tanto “se emborracha­ron” que fueron echados por los guardias. Ya en la calle, uno de ellos llegó pelearse a las trompadas con un “naranjita”, se subió a su auto y chocó a otro coche estacionad­o.

Este oficial que colisionó (y hasta terminó internado por algunas horas) es Walter René Ferreyra, titular de la comisaría de barrio Alta Córdoba, a quien un examen de alcoholemi­a le dio 2,6.

Quedó en situación pasiva y, según fuentes del Gobierno, sería cesanteado (echado). Ferreyra tiene pendiente, a todo esto, un juicio que enfrentar en los Tribunales 2 por un supuesto caso de “gatillo fácil”: haber matado a un joven por la espalda.

El caso del boliche no fue un episodio aislado: en total seis comisarios fueron sancionado­s por graves episodios en la última semana.

Varios de ellos tienen causas judiciales en su contra.

En Adelia María cayó preso un comisario acusado de robarse (al menos) un celular que había sido incautado en un allanamien­to; mientras que dos comisarios y otros dos policías de Monte Buey fueron imputados por peculado.

A todo esto, otros dos oficiales de la Caminera fueron puestos en pasiva por sacarle, supuestame­nte, dinero a un automovili­sta.

En la Policía de Córdoba y en el Gobierno provincial hay preocupaci­ón desde hace tiempo por los malos uniformado­s y, ahora, por los episodios con comisarios.

Los escándalos dentro de la fuer- za vienen siendo reiterados desde hace tiempo. En 2017, al menos 250 efectivos fueron sacados de servicio por delitos o faltas administra­tivas. Un policía cada 32 horas.

De todos modos, desde la fuerza relativiza­n que haya más escándalos. Afirman que “ahora se conocen más” y hay “más sanciones”.

“Quizá algunos vean que los casos aumentaron y en efecto se están dando episodios con comisarios. Pero hay que hacer otra lectura también: en esta institució­n no se oculta nada y se sanciona a los malos elementos”, expresó el director de Control de Gestión de la Policía, Rodolfo González.

“No es que las macanas aumentaron. Ahora macana que salta, macana que se sanciona”, añadió el comisario general.

Echados por ebrios

“Se emborracha­ron por demás y, esta vez, los terminaron echando. Y todo se desmadró”.

Con esta frase se refirió una alta fuente del Ministerio de Seguridad cordobés al último escándalo con oficiales jefes ocurrido en un boliche de calles Urquiza y Jerónimo Luis de Cabrera, en Alta Córdoba.

Aprovechan­do que estaban de franco, y como solían hacerlo a menudo, un grupo de oficiales jefes se juntaron a comer un asado.

Entre ellos se encontraba Walter Ferreyra (responsabl­e de la seguridad en esa barriada), además de dos comisarios inspectore­s, un comisario y un subcomisar­io, todos de dependenci­as policiales de la zona oeste de la Capital.

Tras el asado, rumbearon en autos al boliche. Allí, según testigos, bebieron de más . Fuentes oficiales señalaron que fueron “echados” por ebrios.

El dueño del boliche fue contactado por este diario. “Gabriel” pre- firió no contar lo sucedido.

Ferreyra se subió a su VW Gol Trend y un “naranjita” se acercó. No está claro qué discusión hubo. Lo que sí se sabe es que se produjo una violentísi­ma pelea a las trompadas. Acudieron otros policías y el cuidadoche­s terminó preso.

El comisario partió en su auto y el final es conocido: a los pocos metros, chocó un auto estacionad­o, se dio vuelta y terminó en una clínica, de donde fue dado de alta.

“El informe de alcoholemi­a en el sanatorio dio 2,6”, precisó Ana Becerra, la presidenta del Tribunal de Conducta Policial. Este ente puso en situación pasiva a Ferreyra hasta nuevo aviso.

La tasa máxima permitida para circular en la Capital es 0,4.

Dos puntos lo tienen contra las cuerdas: primero, la ebriedad escandalos­a en un lugar público siendo policía, la pelea y la aparatosa colisión; segundo, no haber informado lo sucedido en tiempo y forma a sus superiores.

En las últimas horas, la Jefatura sancionó a los otros cuatro oficiales que estaban con él. Dos fueron suspendido­s (tuvieron que dejar sus armas y sus placas, dejaron momentánea­mente de ser policías y fueron enviados a sus hogares); los dos restantes quedaron bajo arrestos preventivo­s (permanecen en sus hogares sin trabajar).

“Una cosa es lo que yo haga en un lugar privado, otra muy distinta en uno público, en la calle, y con otros jefes al lado”, remarcó el comisario general González.

NO ES QUE LAS MACANAS EN LA POLICÍA AUMENTARON. AHORA MACANA QUE SALTA, MACANA QUE SE SANCIONA.

Rodolfo González, jefe de Control de Gestión Policial

 ??  ?? Impacto. Así quedó el auto del comisario que salió del boliche y chocó. El test de alcoholemi­a dio una tasa altísima.
Impacto. Así quedó el auto del comisario que salió del boliche y chocó. El test de alcoholemi­a dio una tasa altísima.
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