Estacionar en el Cerro
Juan Diego Álvarez
A partir del colapso del estacionamiento en el Cerro de las Rosas, surgió una iniciativa por la que todos los nuevos negocios que se instalen en la ciudad de Córdoba requerirán una certificación de “factibilidad de tránsito”.
Hasta el presente, tal factibilidad sólo era para negocios que superaban 300 metros cuadrados. Este anuncio, a mi entender, resultará inconducente, porque persigue transferir a la Dirección de Tránsito la responsabilidad de resolver un problema que se origina en otros incumplimientos.
La situación ha hecho explosión pública con lo ocurrido en la Tejeda, pero es una realidad en toda la trama urbana y responde a graves incumplimientos por falta de control de las normas de uso y ocupación del suelo.
Para el caso del Cerro, la ordenanza 8.256 (Ocupación del Suelo), establece un patrón F2; en su Art. 39° dice, que en Zonas F2 sólo será admitido el uso del suelo residencial en vivienda individual o vivienda individual agrupada. En su capítulo II, define el “uso del suelo” como la actividad o propósito específico a que se destina un inmueble. Y otra norma vigente, la 9.387 (Código de Edificación) establece cuáles son los edificios residenciales (viviendas, permanentes y transitorias).
Está de más decir que lo ocurrido en la Tejeda es un cambio en el uso del suelo. De ninguna manera resultan de una falta de planificación los problemas de estacionamiento, sino de incumplimientos al marco normativo, avalados por la autoridad de aplicación, que facilitó la intromisión de actividades de impacto en sectores residenciales que no lo permitían.
Ahora bien, si el problema ocurre a partir de incumplimientos avalados por la administración, ¿qué garantizaría que no siguieran ocurriendo a partir de nuevas normas con nuevas exigencias? Seguramente, podrían incumplirse también. La Dirección de Tránsito no es autoridad de aplicación de normas urbanísticas y, por ello, no tiene facultades para ejercer el control de esa materia, que es el origen del problema y, lamentablemente, lo seguirá siendo.
Una nota publicada por vuestro diario señala que el concejal Juan Balastegui explicó que trabajan en modificar la tipología permitida en las calles interiores del Cerro, ¿estarán pensando en introducir tipologías diferentes de las residenciales y gastronómicas?
Nada nuevo; a esto ya lo hicieron y bastan como ejemplos las construcciones comerciales, de oficinas y consultorios de las calles Tejeda, José Roque Funes o Juan Bautista Daniel, todas contrarias a las normas urbanísticas por no ser viviendas.
El estacionamiento no es el único problema: las redes eléctricas, de agua y cloacales se proyectaron para la demanda prevista y, con estos “desórdenes”, ciertamente estamos mal y no como consecuencia de falta de planificación.
Seguimos generando normas aisladas; nos urge una “codificación” de las existentes, que deben ser encuadradas a través de las reglas de un código. De lo contraPueblo rio, cada día estaremos peor.