La Voz del Interior

Macri pide ayuda al FMI para enfrentar la crisis financiera

El Gobierno inició negociacio­nes con el organismo por un préstamo “preventivo” de hasta U$S 30 mil millones. A pesar del anuncio, los mercados no lograron encontrar la calma. El dólar siguió su marcha alcista y cerró a 22,90 pesos.

- Javier Álvarez Correspons­alía Buenos Aires

En el día más crítico de su gestión, el presidente Mauricio Macri dijo ayer que el país recurrirá al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) para negociar un financiami­ento “preventivo” que podría llegar a los 30 mil millones de dólares.

Con el anuncio, el jefe del Estado manifestó que busca afrontar la crisis financiera y cambiaria, en medio de turbulenci­as globales.

El indicador más contundent­e de la crisis fue la cotización del dólar, que retomó ayer su fuerte incremento y llegó a tocar los 23,40 pesos.

Sobre el mediodía llegaron los anuncios. Primero, Macri dio un discurso televisivo de sólo tres minutos en el que afirmó: “Estamos recorriend­o el único camino posible”. Después dio una conferenci­a de prensa el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien anoche partió hacia Washington para iniciar hoy los contactos con el FMI.

Las medidas produjeron una baja momentánea del dólar, pero luego la moneda recobró vigor para cerrar la jornada en 22,90 pesos, mientras que la tasa de interés de referencia del Banco Central se mantuvo en 40 por ciento y el riesgo país se situó muy cerca del que dejó Cristina Fernández en diciembre de 2015.

Mientras el país debate los efectos del regreso del Fondo Monetario Internacio­nal al escenario económico argentino, la atención se centra sobre el comportami­ento de los precios ante la crisis.

Por lo pronto, el Gobierno comunicó un acuerdo con las petroleras para que los combustibl­es no aumenten, al menos en los próximos dos meses.

En tanto, empresario­s cordobeses plantearon su preocupaci­ón ante la posible caída del consumo.

La Argentina volverá a acudir al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) para que respalde con un “financiami­ento preventivo” el plan de gobierno de Cambiemos, a una tasa y a un plazo que aún no se conocen, según anunció ayer la gestión de Mauricio Macri, pero la noticia no convenció al mercado y la tensión continúa.

El monto final comenzará a definirse hoy. Trascendid­os que no fueron desmentido­s por el Gobierno, ante la consulta de La Voz, hablaban de entre 10.000 y 30.000 millones de dólares. No obstante, cualquier acuerdo deberá contar con el aval del Congreso.

Cuando el dólar se disparaba a 23,40 pesos y el mercado exigía una tasa para las Lebac ya del 42%, el propio Presidente salió poner la cara: anunció el regreso al Fondo y pidió calma a la población ante la devaluació­n del peso.

Esta fue la salida que Macri y su equipo económico le encontraro­n a una dura encrucijad­a, después de que ni la venta de 8.580 millones de dólares de reservas ni la tasa de interés más alta del mundo hayan podido calmar al mercado.

“Mi convicción es que estamos recorriend­o el único camino posible para salir del estancamie­nto, buscando siempre evitar una gran crisis económica”, dijo Macri en un mensaje de tres minutos por TV.

A 30 meses de iniciar su mandato, el jefe de Estado responsabi­lizó por la situación al “desastre en las cuentas públicas” que dejó el kirchneris­mo y aclaró que la política económica elegida por él “depende del financiami­ento externo”.

Macri emitió deuda por 85.000 millones de dólares en sus primeros 26 meses de gestión para financiar el déficit, pero –dijo el propio Presidente– el contexto mundial ha cambiado: subieron las tasas de interés y el petróleo, y devaluaron los competidor­es.

Llamado a Lagarde

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, llamó a primera hora del martes a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. Le consultó por un auxilio financiero y, tras tener el “OK”, le comunicó la novedad al Presidente.

“Hablé con Lagarde y nos confirmó que vamos a arrancar a trabajar en un acuerdo”, reveló Macri y prometió: “Esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimient­o y desarrollo”.

El Fondo publicó un comunicado en el que Lagarde sostiene que la Argentina “es un valioso miembro” del FMI y anunció que las negociacio­nes se iniciarán “en breve”, sin mencionar los eventuales valores del aporte financiero.

La urgencia es total. Dujovne viajó anoche a Washington con el viceminist­ro de Economía, Sebastián Galliani; el jefe de asesores, Guido Sandleris, y el jefe de Gabinete económico, Ariel Sigal, para comenzar las negociacio­nes hoy.

Viajaron con fe, pero el trámite no será exprés. Se iniciará una negociació­n con el staff del FMI, integrado por los países con mayor peso, y en caso de alcanzar un preacuerdo, Lagarde lo elevará al Directorio para su aprobación o rechazo.

Al ser consultado en conferenci­a de prensa sobre los eventuales condiciona­mientos que impondrá el Fondo para prestar el dinero, Dujovne dijo que aún “no se ha hablado de detalles”. Pero aclaró que hay un FMI “muy distinto” al de hace 20 años.

“El Fondo ha aprendido de las lecciones del pasado, así como todos lo hemos hecho”, aseguró el funcionari­o e indicó que el Gobierno “espera” el apoyo del FMI para seguir con su “propio programa” de gestión.

Lo cierto es que todos los países que van al Fondo deben rendir exámenes. Para una Línea de Créditos Flexible, por ejemplo, se exigen variables económicas “estables” y una garantía institucio­nal de que el plan económico no cambiará.

También existen los acuerdos “Stand-By” (que son los más tradiciona­les) y las Líneas de Precaución y Liquidez, que exigen requisitos mayores. A estas últimas acudiría ahora la Argentina. Es decir: sumará reservas que, en definitiva, no podrán usarse.

Si va por ahí, Macri deberá compromete­rse a reducir más el déficit (con metas más ambiciosas que el 2,7% actual) y a una cuenta de capital en la que predominen los flujos privados, para lo que será clave la Cayó el Merval y hubo títulos que perdieron hasta 13%.

El anuncio del Gobierno nacional tras iniciar negociacio­nes con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) no generó confianza inicial en los mercados financiero­s: subió el dólar y hubo bajas en el Merval. El dólar cerró en 22,90 pesos en el mercado minorista, 63 centavos por encima de la cotización del lunes. En el Banco Nación, que suele tener el valor más bajo del mercado, la moneda quedó en 22,80 pesos, luego de haber tocado máximos de 23,40 pesos. En

ley de mercado de capitales que el oficialism­o tiene pendiente de aprobación en el Congreso. En concreto, el Gobierno espera acceder a un financiami­ento más barato que el que ofrece el mercado financiero puro y duro. En Hacienda admiten que la tasa podría rondar el 4%.

El mercado, insaciable

El dólar inició la jornada de ayer en 22,33 pesos. Pocos minutos después, la demanda elevada lo llevó a 23,50 pesos (y hasta 23,70 en algunos bancos privados). Y cuando Macri empezó a hablar, se desinfló hasta los 22,40. La reacción fue minuto a minuto.

El riesgo país –que mide la banca algunas entidades privadas, en tanto, llegó a ofrecerse a 23,90 pesos, pero luego bajó. Mientras que el índice Merval bajó un 3,8 por ciento.

También subieron las tasas de Lebac, que en el mercado secundario llegaron al 42 por ciento para el plazo que vence en junio. Hubo cuatro acciones que se derrumbaro­n más del 10%: Holcim

(-12,9%); Agrometal (12,2%); Distribuid­ora de Gas Cuyana

(-11,7%), y Metrogas (-10,1%). Sólo cerraron con variación positiva Petrobras (1,7%), Tenaris (1,7%) y Superviell­e (-0,4%). En general, los mercados reaccionar­on bien a los anuncios, pero luego hubo incertidum­bre por la falta de precisione­s de la Casa Rosada.

estadounid­ense JP Morgan –había escalado a 485 puntos básicos, cinco puntos por encima del que dejó Cristina Kirchner en 2015. Ese indicador cerró, finalmente, en 471 puntos, un 34,19% más que el 29 de diciembre.

Con el mensaje de Macri parecía que la calma volvía a reinar. Pero el mercado no aflojó: el dólar subió 2,6%, hasta los 22,90. Por ello, el Banco Central volvió a jugar fuerte. Por primera vez en la era Macri, salió a vender 200 millones de dólares a futuro, ubicándolo en 22,85 pesos para fines de mayo, con una tasa implícita de 32%.

En paralelo, la autoridad monetaria decidió mantener su tasa de referencia en 40%.

Después de 12 años, Argentina vuelve al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) en busca de un acuerdo-blindaje que le dé al gobierno de Cambiemos la credibilid­ad que terminó de perder en el frente financiero en los últimos cuatro meses; paradójica­mente, luego de que dos meses antes la había recreado en el frente interno con el triunfo en las legislativ­as de octubre.

Si este regreso al FMI llegara a tener el resultado esperado, es decir, el de generar las posibilida­des para retomar el endeudamie­nto en el que la administra­ción de Cambiemos basó su programa económico en estos 30 meses, el exclusivo “ganador” sería el presidente Mauricio Macri.

Del mismo modo que el mandatario será el único responsabl­e de este paso –forzado por el sector financiero, principal beneficiar­io de la política de altas tasas de interés–, pero sin el atenuante de sus antecesore­s, que tuvieron en los ministros de Economía el “fusible” para situacione­s de crisis.

No cabe, en el desenlace de estas últimas horas, repartir responsabi­lidades entre los integrante­s del “equipo” económico, aun cuando puedan tenerla: desde el encargado de procurar el financiami­ento (Luis Caputo) hasta el de orientar la política industrial (Francisco Cabrera) y el de fijar la tasa de interés del Central (Federico Sturzenegg­er).

Fue el Presidente quien tuvo que salir a dar la cara con el mensaje de la vuelta al FMI, en su condición de jefe, como lo confesó en público el viernes el ahora encargado de negociar con el organismo, el ministro Nicolás Dujovne: “Hay muchos ministros en el área, pero el jefe de todo el equipo es el Presidente”.

Macri resolvió iniciar las negociacio­nes con el FMI tras una decisión que, si la consultó y comunicó, sólo lo hizo con su núcleo duro: el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernador­a bonaerense, María Eugenia Vidal. No de otro modo puede explicarse la sorpresa con que la decisión encontró a los socios políticos del PRO, que terminaron por reaccionar horas después del anuncio. Y eso que se habían reunido la noche anterior con Macri en la Mesa Nacional de Cambiemos.

Sorprende que haya sido así. El PRO ha requerido desde su llegada al gobierno del acuerdo con sus socios radicales y de la Coalición Cívica para constituir una fuerza parlamenta­ria que le permitiera legislar desde una posición de inferiorid­ad.

Será precisamen­te de ese interbloqu­e del que requerirá mucho más de ahora en adelante; incluso para aprobar en el Congreso el crédito que pedirá al FMI.

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(AP / ARCHIVO) Ayuda. En su última vista al país, Lagarde, titular del FMI, había felicitado a Macri por el rumbo económico. El organismo habilitó un crédito.
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(IMAGEN DE TV) Tres minutos. Duró el discurso de Macri, emitido por televisión y redes sociales.

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