Mujica, “honoris causa”
Muy emocionado, el expresidente uruguayo recibió la máxima distinción de la UNC.
“EL ABORTO EXISTE, SEA LEGAL O NO, PEROCUANDOES ILEGAL TERMINA AFECTANDO A LA MUJER QUE ES POBRE”.
“EL GRITODE LA REFORMA UNIVERSITARIA ERA LA EXPRESIÓN DE NUEVOS SECTORES QUE EMERGÍAN A LA VIDA”.
José “Pepe” Mujica dio vueltas a la pregunta sobre las recientes negociaciones que el Gobierno nacional encaró con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Argumentó ciertas formalidades diplomáticas y recordó la conocida dependencia del Uruguay con la Argentina.
“No debo responder a eso. Pertenezco a un país pequeño”, dijo. Luego de este preámbulo de objeciones, disparó: “Esta película ya la vi varias veces en la Argentina”.
“Podés entrar en un espiral de deuda y por ahí no podés pagar después. Ojalá que no sea así”, completó el expresidente uruguayo, que vino a Córdoba a recibir el diploma de doctor honoris causa de la UNC y a dar una conferencia sobre cooperativas organizada por Colsecor.
Mujica no tuvo pelos en la lengua al hacer un diagnóstico de la actual situación de América latina, luego de un periodo de gobiernos de centroizquierda que dejaron lugar a otra situación en el mapa regional. “Estamos jodidos”, describió sin bemoles y enfatizó la necesidad de integración. “Para que exista mi patria chica tiene que haber un alero grande”, graficó y reiteró la necesidad de conformar una unidad económica y política sólida.
Consultado por la situación en Brasil, Mujica no dejó dudas. “Lula es mi amigo”, dijo y se mostró esperanzado por el futuro del expresidente brasileño. Paso seguido, apuntó contra los sectores conservadores de ese país.
Sobre Venezuela fue más evasivo. Apeló a cuestiones estructurales y afirmó que ese país tiene la desgracia de verse afectado por la rentabilidad petrolera. Pero no hizo referencia a su relación con Hugo Chávez ni a la distancia que supo marcar con Nicolás Maduro.
Sus palabras estuvieron atravesadas por tres ejes: la desigualdad que existe en América latina, la necesidad de integración regional y el impacto que tiene en los países de la región la economía de libre mercado, a la que calificó como una “nueva religión”.
Además, tocó dos puntos de agenda: la despenalización del aborto y la legalización de la marihuana. “No creo que a las mujeres les guste abortar. El aborto existe, sea legal o no, pero cuando es ilegal, termina afectando a la mujer que es pobre”, aseguró, y explicó que en Uruguay primero se intenta “ayudar a la mujer si quiere retroceder”.
“Honoris causa”
Mujica es una celebridad popular, una suerte de estrella de rock sui generis. Con sus modales afables y campechanos –una característica subrayada hasta el hartazgo en todas las crónicas periodistas– provocó ovaciones espontáneas al recibir ayer el honoris causa en una Sala de las Américas con mucho público expectante.
“Querido compatriotas –empezó el exmandatario– porque mi país es Uruguay, pero mi patria es América latina”. Con ese saludo, terminó de ganarse a un auditorio que había esperado una hora para escucharlo por las demoras del vuelo que lo trajo a Córdoba.
Agradeció el recibimiento con la humildad que lo caracteriza y exhibió aun mayor modestia al reiterar que él no era doctor en nada. “En todo caso, el único doctorado que puedo hacer es del calabozo, debo haber conocido más de 70 en mi país”, ilustró Mujica al recordar los 15 años que pasó en prisión. La referencia volvió a generar el aplauso de la platea.
Luego de recibir la distinción de manos del rector Hugo Juri, el exmandatario uruguayo recordó la gesta del 18. “El grito de la Reforma Universitaria no es una cuestión de estudiantes. Era la expresión de nuevos sectores que emergían a la vida”, aseveró.
Sobre el final de su discurso y emocionado, agradeció con su estilo despojado. “Este homenaje es un reconocimiento a mi pueblo y a los que no pueden ir a la universidad”, remató. Fue un bis fuera de programa y ante un auditorio que lo aplaudió de pie.