Un modelo urbanístico que se retroalimenta
¿ Por qué es importante saber en qué zonas de una ciudad viven los dirigentes que toman las decisiones en los distintos poderes del Estado?
El Primer plano de hoy da algunas respuestas, ofrece ciertas pistas y recolecta explicaciones más allá de lo que parece obvio.
El relevamiento demuestra que casi todos ellos –con algunas excepciones– tienden a habitar en las zonas más seguras, más desarrolladas, más cómodas, más caras y con mayor proyección en el plan de obras para la ciudad de Córdoba.
Es curioso cómo el mapa de esas residencias mantiene las mismas manchas urbanas cuando se cruza con otros, como el de (menor) índice de criminalidad o el que muestra la distribución de guardias de seguridad privadas en la ciudad.
Esas zonas privilegiadas son el noroeste, el área central –en especial Nueva Córdoba– y parte del sudoeste capitalino.
La primera y la última coinciden, también, con la zona de mayor densidad de countries.
Una gran fortaleza del informe que publicamos hoy es que se desprende de estigmatizaciones para hacer eje en la forma en la que crece la ciudad y en el modelo urbanístico que deriva de eso.
Es un círculo que se retroalimenta: los dirigentes ya viven o se
SABER EN QUÉ PARTES DE LA CIUDAD VIVEN LOS DIRIGENTES AYUDA A EXPLICAR UN MODELO DE CIUDAD NO SIEMPRE EQUITATIVO.
mudan a esas zonas más beneficiadas, que a su vez reciben más apoyo –y con mayor velocidad– derivado del hecho de contar con vecinos influyentes.
La otra cara de la moneda son los barrios –muchos de ellos muy postergados– de áreas en donde casi no viven dirigentes políticos o judiciales, lo que a su vez puede potenciar esa postergación.
Por eso, el relevamiento puede servir, aunque sea, para repensar un modelo urbanístico construido a veces por azar.
No resultó fácil obtener los datos de todos los dirigentes, más allá de la promesa de no publicar direcciones particulares.
Pero es un ejercicio de transparencia que puede ayudar a pensar una ciudad más equitativa.