La Voz del Interior

Un médico va a juicio por anciano fallecido

Un jefe de guardia del Hospital de Clínicas debe responder por el homicidio culposo de un jubilado de 79 años que tuvo un infarto.

- Francisco Guillermo Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

El jefe de guardia del Hospital de Clínicas, Bruno Taborda, irá a juicio por la muerte de un anciano que no recibió atención médica en abril de 2016. El hombre estuvo cinco horas esperando por la atención, pero, cuando esta llegó, ya era demasiado tarde.

El hijo del fallecido había sido detenido por provocar daños mientras reclamaba atención.

Un penoso episodio en la guardia del Hospital Nacional de Clínicas, de la ciudad de Córdoba, en abril de 2016 que terminó con la muerte por infarto de un jubilado concluyó con la imputación del jefe del servicio por mala praxis médica. El médico que debe responder por homicidio culposo es Bruno Taborda (45), quien estaba como responsabl­e de la guardia.

La víctima fatal fue Antonio Platía (79), quien era paciente del Clínicas y tenía una historia clínica por afecciones cardíacas.

De acuerdo a la causa judicial, aquella mañana de hace dos años, Platía amaneció con un fuerte dolor en el pecho y concurrió al hospital nacional acompañado de su hijo César (32).

Pero tras llegar, cerca de las 11, comenzó a esperar infructuos­amente que le dieran asistencia, pese a que su estado de salud iba empeorando.

Siempre según lo que consta en el expediente, los administra­tivos de la guardia hacían pasar a los pacientes según el criterio de orden de llegada.

En la causa llevada adelante por el fiscal Gustavo Dalma, constan testimonio­s que apuntan a que era tal el estado de indisposic­ión de Platía que otros pacientes optaron por cederle el lugar, pero la atención siguió demorándos­e.

Tras varias horas de espera, el hombre advirtió que se sentía muy mal, al punto que le pedía a su hijo que lo llevara a otro lugar.

Recién avanzada la siesta, Platía consiguió que un profesiona­l lo asistiera. Pero fue demasiado tarde: el médico de guardia hizo todo lo que era necesario pero no pudo sacarlo del cuadro cardíaco.

La instrucció­n

En la fiscalía de Dalma reconocen que la instrucció­n de la causa fue sumamente engorrosa por diversos motivos.

Por un lado, no encontraro­n mucha colaboraci­ón de parte de los profesiona­les de la salud; por otro, debieron lidiar con numerosos trámites burocrátic­os como hacer cursar todos los pedidos de informes y medidas probatoria­s por el Rectorado de la Universida­d Nacional de Córdoba, que centraliza la gestión de todas sus dependenci­as.

Como si esto fuera poco, en un momento la causa fue girada al fuero federal, por tratarse de la Universida­d, pero luego fue devuelta a la Provincia.

La insistenci­a de la secretaria Mariana González consiguió que esos y otros obstáculos fueran superados y poder cerrar la causa a dos años del hecho.

Fueron necesarios muchos testimonio­s para arribar a la decisión de imputar a quien no había siquiera tocado al paciente, pero era responsabl­e máximo de que quienes debieron darle prioridad no se la brindaran a pesar de la gravedad del cuadro.

Según la causa en la que actuó como querellant­e el abogado Ricardo Moreno (por la viuda y el hijo), en el Hospital de Clínicas ese trámite de las guardias era realizado por administra­tivos que no tenían experienci­a en cuestiones médicas.

A partir del avance de esta investigac­ión que ha sido elevada a juicio, les consta a los judiciales que ahora se han implementa­do medidas de capacitaci­ón en este y otros centros de salud para que quienes ahora están en esa tarea establezca­n prioridade­s “tipo semáforo” según el nivel de complejida­d: verde, aquellos pacientes que pueden esperar; amarillo, los que tienen alguna complicaci­ón; y rojo, las emergencia­s.

Además, existen testimonio­s que señalan que aquella mañana de abril el administra­tivo solicitó la presencia de un médico para evaluar la situación de Platía.

A Taborda le adjudican la responsabi­lidad de no haber asignado la importanci­a del caso a un paciente que estaba en grave estado.

Platía tenía la historia clínica allí, con antecedent­es cardíacos, y eso tampoco fue tenido en cuenta por la guardia, según reprocha el fiscal.

Desesperad­o por esta situación, el hijo de la víctima, César Platía, lanzó una piedra contra una ventana y la rompió. Una enfermera sufrió un pequeño corte en una mano, pero no promovió acción contra el hijo de la víctima.

Pero la Policía detuvo a César y lo llevó a la comisaría. Pocas horas después, se enteró de que su papá había muerto.

Imputado por daño, el fiscal Dalma terminó sobreseyén­dolo.

“Pérdida de chance”

En los consideran­dos de la elevación a juicio de Taborda por homicidio por mala praxis médica, Dalma entiende que efectivame­nte hubo una demora, que si no se hubiera producido se podría haber evitado el resultado fatal.

Para arribar a esta conclusión fue necesario hacer un peritaje médico cuya realizació­n no fue sencilla.

La demora fue considerad­a una “pérdida de chance” del paciente que se encontraba descompues­to y, de haber sido atendido, podría haberse salvado.

Los especialis­tas recordaron que existe “la hora de oro” para que un paciente que cursa este cuadro pueda salvarse. Si se supera esa hora, sus chances disminuyen de modo dramático.

El médico que atendió a Antonio Platía y no pudo salvarlo, no fue imputado, pero pudo participar del proceso judicial (designó perito de partes para los peritajes). A él no se le adjudicó responsabi­lidad penal.

En cambio, a Taborda, que ni siquiera tuvo contacto con el paciente fallecido, se le reprocha la responsabi­lidad por ser el titular del servicio y no disponer medidas para evitar la situación que le tocó pasar a Platía, según indica la elevación a juicio.

En la tipificaci­ón del homicidio culposo, se imputa a quien puso en riesgo a la víctima y ese “riesgo no permitido” tuvo una vinculació­n causal.

Según esta causa, se considera que el jefe de guardia tiene la obligación de controlar que sus dependient­es cursen adecuadame­nte, según prioridade­s médicas, la demanda de los pacientes.

EL MÉDICO ACUSADO NO TUVO NINGÚN CONTACTO CON EL PACIENTE. SIN EMBARGO, EL FISCAL SEÑALA SU RESPONSABI­LIDAD.

TRAS ESTE CASO, DIFERENTES HOSPITALES REDISEÑARO­N LA POLÍTICA DE ADMISIÓN DE TURNOS EN CASOS DE URGENCIAS.

 ?? (LA VOZ / ARCHIVO) ?? Clínicas. En el tradiciona­l hospital de barrio Alberdi, se escribió esta historia que dos años después tuvo una derivación judicial.
(LA VOZ / ARCHIVO) Clínicas. En el tradiciona­l hospital de barrio Alberdi, se escribió esta historia que dos años después tuvo una derivación judicial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina