El FMI apoya el rumbo, pero aclara que será Macri quien defina el ajuste fiscal
Christine Lagarde apoyó el plan económico presentado por el Gobierno en Washington. Sin embargo, aseguró que las medidas fiscales las establecerá la administración macrista.
El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) empezó ayer a discutir la solicitud del Gobierno argentino de un programa de apoyo financiero para sustentar su programa económico frente a la “volatilidad financiera significativa”, dijo el organismo.
Se trata de un préstamo stand by de “acceso excepcional”. Esa modalidad de crédito supone un análisis más riguroso de la situación del país por parte del directorio de la entidad y la posibilidad de que el FMI otorgue fondos por encima de los límites normales.
La titular del organismo financiero internacional, Christine Lagarde, aclaró que “se trata del programa económico de Argentina integralmente concebido por el presidente Macri y su gobierno”, para aclarar cuál será el grado de intervención del organismo.
La funcionaria apoyó el gradualismo, pero también sugirió que las medidas fiscales que se vayan a tomar dependerán del programa presentado por el gobierno de Macri. “El Gobierno ha sido consciente de la necesidad de forjar y mantener el consenso social al calibrar el ritmo del programa de reforma, incluido el ajuste fiscal”, dijo.
Lagarde insistió en que se trata de “una colaboración entre Argentina y el FMI” y que “el objetivo común” es que la negociación tenga “una rápida culminación”, aunque no dio fechas al respecto.
Un equipo técnico presentó ayer al directorio la evolución económica reciente en Argentina y el programa del Gobierno. Las conversaciones continuarán en Washington la próxima semana.
Lagarde señaló que respalda los objetivos del programa esbozado por el presidente Mauricio Macri, tales como alcanzar un crecimiento fuerte, sostenido e inclusivo, una sólida creación de empleo, una reducción de la deuda pública y las necesidades de financiamiento y la protección de los estratos sociales más vulnerables.
La titular del FMI, además de apoyar las políticas gradualistas del gobierno de Macri, también habló del contexto en que se produce el pedido de ayuda financiera: “Argentina está enfrentando una volatilidad financiera significativa, en parte debido a la constricción de las condiciones financieras internacionales y también tras la sequía que dañó la producción agrícola nacional”, evaluó.
La visión argentina
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se refirió a las negociaciones con el FMI en una entrevista publicada por el diario La Nación. Reiteró que aún no se conoce el monto del apoyo financiero: “El programa va a ser un stand by de acceso elevado, cuya cifra aún no se conoce y cuyo desembolso no depende de la Argentina, porque una vez que se acuerda el monto los fondos están disponibles. Una parte puede estar al comienzo, otra de manera escalonada, y si no se necesitan, no se usan”.
El organismo ha evitado comentar el monto del programa, que los analistas han situado en torno a los 30 mil millones de dólares.
Dujovne también dijo que “Argentina va al Fondo con total propiedad sobre el programa que lleva a la mesa”. Dijo, además, no temer las condiciones fiscales que pudiera imponer el programa “porque ya tenemos metas trimestrales en nuestro plan y estamos sobrecumpliéndolas”.
Para el ministro, la ayuda del Fondo le permitirá al país “estar muy poco expuesto a los mercados internacionales durante los próximos dos años”.
Con el préstamo se pretende evitar una crisis económica, apaciguar las presiones sobre el peso luego de su fuerte depreciación en las últimas tres semanas, asegurar recursos para el pago de deuda hasta fines de 2019 y restablecer la confianza internacional en el país.
El Gobierno argentino ya admitió que espera un crecimiento menor al proyectado para este año: la estimación del crecimiento del PBI de 3,2% ahora está siendo calculada en una franja del 1,5 a 2,5%.