La Voz del Interior

En medio de la crisis, los almacenes sacan ventaja

- Gabriel Esbry Cuentas claras gesbry@lavozdelin­terior.com.ar

En toda la provincia de Córdoba hay unos 57 mil pequeños y medianos comercios dedicados a la venta de alimentos, bebidas y artículos de tocador y limpieza. Un enorme universo conformado por almacenes, despensas, maxiquiosc­os y minimercad­os de barrio, en el que los consumidor­es cordobeses se están apoyando para sobrelleva­r la actual crisis económica.

De esa situación dan cuenta las últimas estadístic­as sobre el movimiento comercial en Córdoba. Mientras que en abril pasado los súper e hipermerca­dos registraro­n fuertes caídas en sus ventas de entre el 5 y el 7 por ciento, el segmento más “micro” del canal minorista logró asomar la cabeza por sobre la línea de flotación, y mostró un leve crecimient­o del 0,38 por ciento.

Desde el Centro de Almacenero­s de Córdoba confirman estos datos, al tiempo que aseguran que se trata de un fenómeno recurrente en casi todas las crisis que nos tocó atravesar a los argentinos.

Aunque no son totalmente indemnes a los sacudones económicos, en estas coyunturas difíciles los negocios de cercanía suelen sacar una buena ventaja por sobre los comercios más grandes.

La mayor cercanía con los clientes, un formato comercial más flexible, la permanente disposició­n para aceptar fiado y una oferta mucho más variada de segundas y terceras marcas (y hasta de productos a granel) son los principale­s factores con los que almacenes y minimercad­os hacen la diferencia en estos momentos de bolsillos flacos.

Es que en escenarios como el actual, los consumidor­es suelen volverse ultrarraci­onales y se muestran dispuestos a segmentar sus compras todo lo necesario para encontrar precios bajos y cuidar su presupuest­o doméstico.

Así es como abandonan las compras mensuales o quincenale­s en un único lugar y comienzan a visitar y elegir aquellos puntos de venta que efectivame­nte ofrecen el precio más bajo para cada compra. En esa recorrida, todo queda mucho más cerca en el propio barrio.

Por otra parte, el hecho de que mucha gente tenga sus tarjetas de crédito sobrecarga­das (al borde de quedarse sin saldo) también termina favorecien­do a los negocios más pequeños. La relación almacenero-cliente se apoya básicament­e en una confianza construida durante años, y así es como de manera paulatina la libreta de la despensa comienza a reemplazar al plástico como mecanismo de pago a término.

Los propios almacenero­s aseguran que alrededor del 25 por ciento de sus ventas (uno de cada cuatro pesos) se concreta hoy al fiado, a través de una operatoria financiera mucho más informal pero tremendame­nte útil y efectiva.

A todo esto, los almacenes cordobeses están embarcados desde hace un tiempo en un interesant­e proceso de reconversi­ón que los ayuda aún más en el objetivo de responder de manera eficaz ante las nuevas necesidade­s de los consumidor­es. Por ejemplo, aunque lenta, la incorporac­ión de terminales para aceptar pagos con débito sigue avanzando en el segmento, lo que les está posibilita­ndo captar compras con tarjetas sociales fondeadas con recursos públicos.

Asimismo, han conformado varios pools de compras para ganar escala y poder de negociació­n ante las grandes empresas proveedora­s, lo que al final de cuentas redunda en mejores precios para sus clientes.

Contra lo imaginable, la crisis se está convirtien­do en una oportunida­d para los almacenero­s cordobeses. Y, de acuerdo a lo que muestran los números, estos la están sabiendo aprovechar.

EN ABRIL, LAS VENTAS EN SUPERMERCA­DOS CAYERON ENTRE UN 5% Y UN 7%. ESE MISMO MES, LAS DE LOS ALMACENES CRECIERON EL 0,38%.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina