Como siempre, el tema es de dónde achicar
En las últimas dos semanas, Mauricio Macri les dijo en la cara a distintos actores de la vida política nacional (incluidos varios gobernadores del PJ), que el “gran acuerdo nacional” que imagina, y del que todos hablan, tendrá en realidad otro nombre y apellido, bastante más terrenal: Presupuesto 2019.
Es que el sustazo que se pegó el Presidente (y, en realidad, todo el país) con la corrida cambiaria y con el consecuente salto inflacionario que ya está llegando actuó con la fuerza de un cañonazo sobre el camino gradualista trazado por Cambiemos.
Ahora hay que apurar, y esa urgencia viene por el lado de la reducción del estratosférico déficit de las cuentas nacionales: pesos más, pesos menos, unos 650 mil millones de nuestra moneda si contamos los intereses de la deuda (que hay que contarlos, claro).
El tema es, como siempre, dónde achicar.
Los gobernadores justicialistas se han jurado que no serán ellos los que hagan el esfuerzo, al menos el mayor. Y apuntan directamente a las subsidiadas administraciones de la Ciudad Autónoma y de la Provincia de Buenos Aires, “casualmente” gobernadas por el macrismo.
Ayer mismo pareció que Macri deslizó un guiño, al dejar trascender que quitará la ayuda a Aysa
LOS GOBERNADORES DEL PJ SE HAN JURADO QUE NO SERÁN ELLOS LOS QUE HAGAN EL ESFUERZO, AL MENOS EL MAYOR.
(agua y saneamiento) . Pero el cordobés Juan Schiaretti tuvo más ideas para desactivar subsidios al centralismo porteño, y ya las compartió con sus pares del PJ. No es poca plata: en su conjunto, permitirían un ahorro de unos 115 mil millones (casi un punto de nuestro producto bruto), si fueran aceptadas en su totalidad por el Gobierno nacional, claro.
Algo que no parece nada sencillo.
También, en las páginas siguientes Laura González cuenta línea por línea cómo está integrado el gasto público nacional y dónde están los rojos más grandes. Con el aporte de varios especialistas, realiza aportes sustanciales al debate que ha copado la escena política nacional.