La Voz del Interior

Robos de día afectan a Güemes

En la zona que se extiende entre ese barrio y Parque Vélez Sársfield, recrudecen las quejas vecinales por el accionar de motochoros a la siesta.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

“Los motochoros nos tienen locos. Roban a cualquier hora, pero a la siesta es cuando más atacan. Llegan a andar por la avenida a contramano, incluso se suben a la vereda, roban celulares, mochilas... Es terrible”, cuenta Virginia, encargada de una veterinari­a.

“Se ven algunos policías en la zona, pero están de a pie y sólo por la mañana. A la siesta se marchan y no vuelven más. Los ladrones terminan haciendo lo que quieren”, dice Ricardo, comerciant­e.

“A la siesta y la tarde no se ve un patrullero. A mi mamá la golpearon en la calle unos motochoros y a otras vecinas de la zona les pasó lo mismo. Los choros andan a sus anchas, total no se ven policías”, se queja Constancia.

“¿La siesta? Es embromada. Asaltan a los que se bajan del ómnibus o están en la parada. A un pibe lo rodearon y le sacaron todo. ¿Qué quería que hiciera yo?”, dice Luis, “naranjita”.

Virginia, Ricardo, Constancia y Luis son simples vecinos que resi- den en distintos puntos de una misma zona que se extiende por varios kilómetros a la vera de avenida Vélez Sársfield, hacia el sur de la ciudad de Córdoba.

Sus testimonio­s, a la vez que grafican de qué manera vienen sufriendo una ola de insegurida­d en ese sector de la Capital, coinciden en dos puntos clave. Por un lado, la preocupant­e reiteració­n de asaltos a mano armada y arrebatos callejeros cometidos por motochoros; por el otro, la forma en la cual señalan a la siesta como uno de los momentos más críticos del día, muy por encima de la noche.

La explicació­n de la ausencia policial quizá haya que buscarla en que es el momento del día en que, en varios puntos de la ciudad, se produce el recambio de los turnos de guardia de los policías.

Aquellos uniformado­s que salen de franco vuelven a sus bases, ya sea para entregar los patrullero­s o los pertrechos que serán usados por quienes ingresan a trabajar. En ese lapso se da un vacío de efectivos en el esquema preventivo. A este punto se le suma la falta de patrullero­s.

“Los delincuent­es aprendiero­n a robar a la siesta, que es cuando los policías se van para hacer el cambio de guardia. Es ese horario donde no se ve un policía o un móvil”, sostuvo Ricardo Nates, presidente del centro vecinal de Parque Vélez Sársfield.

Esta barriada integra un amplio conglomera­do de la zona sur, como Vélez Sársfield, Residencia­l, Colinas, Parque Capital, Parque Molinos, Las Flores, Ejército Argentino y hasta Jardín, entre varios, que viene siendo atacado de manera reiterada por la delincuenc­ia.

Nates, como otros vecinos, está preocupado por la reiteració­n de casos en los últimos tiempos y por la violencia desplegada. “En pocos días, tres mujeres fueron golpeadas por motochoros”, aseveró.

Ante la falta de respuestas concretas, muchos vecinos decidieron crear grupos de WhatsApp de seguridad, luego de que poner alarmas, enrejarse y contratar guardias no les dieran solución.

“Hace cuatro años que hemos pedido cámaras de seguridad al Gobierno. Pero no nos dan bolilla. Hemos juntado 150 firmas de vecinos, una barbaridad”, se queja Mario Livi, dirigente barrial de Vélez Sársfield. El propio vecino enfatiza que esa franja sur de la Capital es “zona caliente”.

Alerta por las motos

Si bien se vienen registrand­o asaltos contra comercios y domicilios (con las modalidade­s “rompepuert­as”, entraderas y los viejos “escruches”, como se llama a los ataques a casas sin moradores), uno de los principale­s problemas son los robos callejeros y los arrebatos de celulares y de mochilas.

Los motochoros conforman el principal problema.

No son pocos los vecinos que aseguran que pareciera que las bandas de ladrones se turnan para robar. “Unos días ves a unos ladrones, otros días ves a otros y después volvés a ver a los primeros”, asegura Ricardo Nates, quien tuvo que sufrir cómo su hija y su nieta fueron encañonada­s por motochoros.

“A mi mamá casi la mataron. Le pegaron un culatazo. Fueron unos motochoros a la siesta…”, contó Constancia, una joven vecina de la zona. “Cuando fuimos a hacer la denuncia a la Unidad Judicial 10, nos topamos con muchísimas personas que habían sufrido asaltos similares”, sostuvo.

Vallado

En Parque Vélez Sársfield, mientras algunos insisten en policías y cámaras, algunos llegaron a proponer un “vallado” en algunas arterias. “Habría que poner vallas y no dejar entrar ni salir a motos extrañas”, proponen, a regañadien­tes, algunos vecinos próximos a Ciudad Universita­ria. Otros, en cambio, aseguran que esa idea es un “disparate”.

Basta hablar unos minutos con vecinos y comerciant­es para escuchar de qué manera todos relatan hacia dónde, cómo y de qué manera huyen los motochoros.

A un puñado de cuadras, siempre a la vera de la avenida Vélez Sársfield, hay otros vecinos hartos de la insegurida­d. Viven y trabajan en los neurálgico­s Güemes y Nueva Córdoba.

Varios de ellos ya comenzaron a pegar carteles de alerta en postes y semáforos advirtiend­o a otros vecinos por los motochoros.

Ayer, una chica leyó uno de esos carteles y sujetó fuerte su cartera.

 ?? (JAVIER FERREYRA) ?? Alerta. En Güemes, vecinos y comerciant­es hicieron y pegaron carteles que advierten sobre la proliferac­ión de motochoros.
(JAVIER FERREYRA) Alerta. En Güemes, vecinos y comerciant­es hicieron y pegaron carteles que advierten sobre la proliferac­ión de motochoros.
 ?? ( JAVIER FERREYRA) ?? Ola de robos. En avenida Vélez Sársfield, entre los barrios Güemes y Nueva Córdoba, vecinos ya alertan sobre motochoros. El flagelo delictivo se extiende a la zona sur.
( JAVIER FERREYRA) Ola de robos. En avenida Vélez Sársfield, entre los barrios Güemes y Nueva Córdoba, vecinos ya alertan sobre motochoros. El flagelo delictivo se extiende a la zona sur.
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Riesgo. En Parque Vélez Sársfield, como en otros barrios de esa franja sur, se reiteran los arrebatos. La siesta, según vecinos, es el peor momento.

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