El Mundial y los que se quedan en el andén
“Losquesalenson Bravo, Maradona y Bottaniz. Espero que sepan comprender, pero también acepto que digan lo que quieran. Que Menotti los usó o que no les dio oportunidades. Por eso no cambiaré el concepto que tengo de ustedes como profesionales”. Con esas palabras, César Menotti les comunicó a tres futbolistas que sus sueños de jugar el Mundial ’78 se habían acabado. El mismo entrenador lo definió como “el día más triste de su carrera”.
La “postal” es un clásico premundialista y el momento ingrato por el que debe pasar cada entrenador en el umbral de cada Copa del Mundo. El plazo de entrega de los planteles marca el momento bisagra de una camada de futbolistas. Para algunos, es simplemente la confirmación esperada o previsible. Para otros, en cambio, escuchar su nombre en la lista significa alcanzar la gloria, por más que después, en el torneo, sólo sea un espectador privilegiado. Pero para quienes se quedan afuera en el último corte, la cuestión puede ser altamente traumática.
Con el correr de los años, esos tres futbolistas marginados a 12 días del inicio del Mundial argentino aún sienten la espina de aquella elección del “Flaco”. Diego tuvo el consuelo de haber sido figura central en los siguientes cuatro torneos (1982, 1986, 1990 y 1994), mientras que Bottaniz y Bravo vieron pasar el último tren sin posibilidad de subirse.
La dimensión que cobró Diego en los años siguientes hizo que su exclusión apareciera como un desacierto inaceptable. Pero en honor a la verdad, pocas fueran las voces de reclamo de aquella decisión. El “10” era un diamante en bruto, pero su puesto tenía varios consagrados (Daniel Valencia, Norberto Alonso, Omar Larrosa, Ricardo Villa o Mario Kempes) que pesaron más que la juventud del astro.
El mismo Menotti reconoció que la decisión más pesada no fue precisamente con el ídolo de Argentinos, Boca y Napoli. “El mayor problema se presentó con Bravo. Tuve tres reuniones y lo discutimos a muerte con Saporiti. Incluso yo sé que todavía está pensando que debía haber quedado entre los 22. Planteamos todas las variantes y le expliqué por qué no me había decidido por Bravo. Prefería jugar con Alonso de ‘9’ o Bertoni, y hasta con Kempes. Cualquiera de ellos me ofrecía más garantías. No porque fuera grande la diferencia entre ellos, pero sí porque lo superaban en la experiencia internacional que yo, lamentablemente, no le había podido dar porque necesité varios partidos previos para recuperar a Luque, que había andado mal”, contó Menotti en su libro Cómo ganamos la Copa del Mundo. Hoy, “el Tigre” sigue lamentando aquella decisión, pero no obstante siente un respeto profundo por un técnico que fue capaz de mirar al interior.
Los cortes de Sampaoli
Una situación parecida vivieron por estos días 12 futbolistas argentinos que no superaron el último zarandeo de Jorge Sampaoli, quien tuvo que reducir el listado de 35 a los 23 que finalmente viajarán a Rusia.
El casildense se cargó con una mochila mucho más pesada que la de Menotti. Porque el DT dejó abierta la expectativa de un numeroso lote de jugadores que alimentaron sus sueños hasta el instante crucial. De hecho, seis de la docena que se quedó afuera habían participado de la última gira (Lautaro Martínez, Leandro Paredes, Pablo Pérez, Diego Perotti, además de los lesionados Ramiro Funes Mori y Sergio Romero). Y para viajar a Rusia arriesgará con dos que aún ni siquiera los probó, como el arquero Franco Armani, quien hasta podría ser titular, y el defensor Cristian Ansaldi.
Son tiempos distintos, pero circunstancias idénticas. La diferencia, en todo caso, tal vez radica en los tiempos y los criterios de los entrenadores. Uno, ajustando el plantel a un número mínimo e indispensable; y otro, dispuesto a alargar el período de prueba, incluso, hasta en el Mundial mismo.
EN LA PREVIA DEL MUNDIAL ‘78, MENOTTI DEJÓ AFUERA DE LA LISTA A MARADONA, A BOTTANIZ Y A BRAVO. EL DT LUEGO DIJO QUE FUE “EL DÍA MÁS TRISTE” DE SU CARRERA.