Ariel, el niño que a los 4 años se perdió casi dos días en el monte
CALAMUCHITA. Cuando un avión cruza por el cielo, la mirada de Ariel Flores (8) se dispara hacia arriba y sus ojitos brillan más que nunca. “¿Cuándo me van a buscar de nuevo?”, le pregunta a su mamá cada vez que eso pasa. Sabe que cuando se perdió, un helicóptero trató de localizarlo desde el aire.
Alicia (37) prefiere no recordar aquel día. No puede evitar que las lágrimas le empiecen a rodar cuando vuelven a su memoria las 28 horas más largas de su vida: cuando su hijo de 4 años estuvo perdido, sólo acompañado por su perrito, en medio del monte serrano en Calamuchita.
Esa noche de enero sigue calando hondo. Pasaron cuatro años de aquello que pintaba para tragedia, pero tuvo final feliz, y que fue noticia de impacto en Córdoba.
Ese viernes de enero de 2014 parecía idéntico a cualquier otro día. La familia ya había almorzado, y Ariel jugaba con su bicicleta descompuesta. De repente, ya no estaba. Sus padres comenzaron a buscarlo, pero no respondía. El patio sin barreras lo invitó a explorar más allá.
Nunca hubo tantos uniformes azules y anaranjados en ese lugar. Ni tantos patrulleros que entraran y salieran por el sendero que conducía a la humilde casita pegada al basural de Santa Rosa de Calamuchita y, mucho menos, un helicóptero a pocos metros. Al fondo, estaba el cortadero de ladrillos donde trabajaban sus papás. El episodio desencadenó un fuerte operativo de búsqueda, que incluyó a más de 200 bomberos, policías y vecinos y una fiscal judicial.
La angustia mayor emergió cuando se instaló la noche que, para peor, resultó ser muy fría para ser verano. Dolía que Ariel no estuviera en su cama y había que esperar que asomara la luz