Un marco regulatorio, múltiples opciones
La regulación del sistema de taxis y remises en la ciudad es un tema recurrente en el Concejo Deliberante, que en los últimos meses tomó gran protagonismo.
A pesar de tanto debate, lejos está de haber uniformidad sobre el tema, inclusive dentro del mismo oficialismo. Los proyectos conforman un crisol de visiones complementarias, en algunos casos, y en otros, opuestas.
Los debates están atravesados por la necesidad de un mejor servicio, más moderno, con una flota mayor y la inclusión o no de Uber dentro de la ecuación.
En abril, el concejal radical Gustavo Fonseca presentó un megaproyecto para regular el servicio y prohibir la llegada de Uber.
El veto a la aplicación que ya se utiliza en forma limitada en Buenos Aires generó rechazo en el mismo bloque de Juntos por Córdoba. El concejal Abelardo Losano (PRO) brega por la llegada de este sistema.
Saliendo de la disputa “Uber sí, Uber no”, la iniciativa presentada por Fonseca busca aumentar la cantidad de taxis y remises disponibles, mejorar la calidad de la flota, facilitar su forma de pago e implementar una aplicación para solicitar móviles a través de teléfonos celulares.
A su vez, estipula una serie de derechos y obligaciones para los usuarios. En el decálogo de 15 derechos para los pasajeros, se establece la prohibición de fumar, y la posibilidad de solicitar ayuda para el ascenso de personas con discapacidad.
En la otra vereda, desde el bloque Fuerza de la Gente, se propuso crear una aplicación municipal y unificar el servicio de taxis y remises, una iniciativa que siempre impulsó la bancada que lidera Olga Riutort.
Propone también que el propio Estado impulse la creación de una aplicación para solicitar móviles.
A su vez, a diferencia del proyecto de Fonseca, la propuesta del olguismo pretende suprimir las agencias y no concentrar a todos los vehículos en centrales.