La Voz del Interior

Un esquema cada vez más complejo y con más sueldos gerenciale­s

-

Hasta el año 2009, la empresa Cliba concentró todas las funciones vinculadas a la basura –recolecció­n, barrrido y disposició­n final de la basura–, y la Municipali­dad de Córdoba se limitó a controlar el cumplimien­to del contrato.

Con la municipali­zación del servicio que dispuso la gestión de Daniel Giacomino, se creó la empresa Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese), que asumió los mismos servicios que prestaba Cliba, pero para cumplirlos sumó casi 50 por ciento más de personal. A su vez, el municipio comenzó a contratar otros servicios –muchas veces a la propia Crese o a terceros– para la limpieza de basurales a cielo abierto.

En 2012, la gestión de Ramón Mestre decidió desmantela­r Crese y resolvió que esa firma subcontrat­ara por dos años a Lusa y a Cotreco para los servicios de recolecció­n y barrido. Esos contratos directos se extienden hasta hoy. Pero, a su vez, Crese mantuvo más de 300 empleados para el servicio de disposició­n final de la basura en el predio precario de Piedra Blanca.

Enseguida Mestre creó un nuevo organismo: Cormecor. Esa sigla significa Corporació­n Intercomun­al para la Gestión Sustentabl­e de los Residuos Sólidos Urbanos del Área Metropolit­ana de Córdoba, y hace seis años que intenta llevar adelante un complejo ambiental que sigue siendo un proyecto, puesto que está frenado por la Justicia. No obstante, paga el sueldo de 10 autoridade­s.

Luego Mestre creó el Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop), que supuestame­nte venía a revolucion­ar la gestión municipal y terminó dedicándos­e en exclusiva al barrido de calles, asumiendo 1.100 empleados a cargo del municipio y otra estructura burocrátic­a aparte vinculada a la basura.

Ahora a todo esto se sumará una cuarta empresa: Solví-Caputo. Y, mientras tanto, la Dirección de Higiene Urbana sigue dedicando presupuest­o propio para la limpieza de basurales a cielo abierto.

El gasto total en basura nunca dejó de crecer en la gestión Mestre. Los controles sobre ese gasto son difusos y la superposic­ión de funciones es frecuente.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina