Desalojados de Juárez Celman: para la Iglesia, hay trabas políticas
Actuó con un fin social, pero es la que procura el diálogo. Más de 100 personas continúan alojadas en la capilla.
Los desalojados de Juárez Celman durmieron anoche por tercera vez en la capilla de barrio Norte. De las 120 familias que debieron abandonar el predio, según aseguraron desde la cooperativa de barrio Esperanza, son más de 100 las personas que pasan su días en la parroquia; la mayoría, niños.
En el templo, que no está terminado, se almacenan las donaciones, que incluyen alimentos, abrigos y productos de limpieza.
La cocina está a cargo de una comisión especial compuesta por desalojados y por la Fundación Francisco, cuyos integrantes preparan la comida en dos anafes instalados en una de las habitaciones de la parroquia.
Ayer, por la tarde, la puerta de ese edificio no paraba de abrirse y cerrarse. El flujo de personas que ingresaba y salía era constante.
La gente procuraba ubicación en colchones, sillas y bancos. Con un solo baño, recurrieron a los vecinos de la zona para atender sus necesidades sanitarias.
Los tres sacerdotes que, con la autorización del Arzobispado participaron de la asistencia –Julio Monje, Eduardo Porcheddu y Fernando Ávila–, mantuvieron una reunión con los vecinos. Luego, un encuentro con los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social en el Centro de Integración Comunitaria, a cinco cuadras de las capilla.
“Ahora, estamos dando acompañamiento, contención y solidaridad evangélica a las familias que se encuentran en la capilla de Nuestra Señora del Milagro de Salta. Monseñor (Carlos) Ñáñez vio muy bien esta acción. Estamos tra- tando de hacer un camino de diálogo para que se solucione esta situación que lleva cuatro años”, dijo a LaVoz el sacerdote Julio Monje.
Los miembros de la comunidad religiosa redactaron un documento titulado “Una Iglesia de puertas abiertas”, basado en el fin de albergar a los desalojados, que se leyó luego de la homilía del sábado del obispo auxiliar, Pedro Torres .
Contrapunto
Tanto los vecinos como la Provincia aseguran que hubo un intento de acercamiento. Ayer, equipos del Ministerio de Desarrollo Social llegaron hasta la capilla. Pero el resultado del encuentro fue negativo.
De hecho, las autoridades provinciales manifiestan que debieron retirarse por las agresiones que recibieron. Los vecinos afirman que los funcionarios insistieron en el ofrecimiento de 42 mil pesos por familia, lo cual generó malestar y fue rechazado.
“Queremos que se cree una mesa de diálogo con la Provincia, mediada por la Iglesia e integrada por la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos de Córdoba y por la Facultad de Ciencias Sociales. Esta gente no tiene dónde vivir, por eso esperamos a último momento”, dijo Andrés Villalba, presidente de la cooperativa.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Sergio Tocalli, dijo a este medio que ayer presentaron una exposición ante la Policía porque no los dejaron acercarse a brindar ayuda y contención a los desalojados.
Consultado sobre el ofrecimiento de 42 mil pesos, el funcionario aseguró: “No fuimos a ofrecer esa plata, sino refugio por estos días para las familias que están ahí”. “Queremos darles un lugar donde puedan estar, hasta tanto solucionemos la problemática de fondo”, añadió el titular de la cartera de Desarrollo Social.