La Voz del Interior

Publicar fotos de los hijos en las redes tiene críticos y defensores

Juristas, especialis­tas en niñez, padres e informátic­os debaten sobre el “sharenting”. Una controvers­ia del mundo digital que plantea cuál es el derecho de los niños a su imagen.

- Denise Audrito daudrito@lavozdelin­terior.com.ar

¿Repartiría­mos fotos de nuestros hijos a desconocid­os para que hagan con ellas lo que quieran, ahora o en el futuro? Se llama sharenting la conducta de publicar masivament­e informació­n y datos de los hijos en las redes sociales (viene de share: compartir, y de

parenting: crianza). Además del riesgo de que las imágenes de los niños caigan en manos de pedófilos y de delincuent­es, los investigad­ores sociales remarcan hoy que estas prácticas atentan contra el derecho al honor, a la imagen y a la intimidad de los chicos.

Mientras que defensores de los niños y especialis­tas en derecho informátic­o advierten contra esta práctica, algunos padres defienden su libertad de decidir por los menores de edad, en ejercicio de su responsabi­lidad parental, y tienen miles de seguidores y likes (“me gusta”) en las redes sociales.

Emilia tiene 10 meses y su vida es pública desde antes de nacer. Sus padres son abogados, en Buenos Aires. Fátima Noriega, su mamá, es especialis­ta en Derecho Penal. Muy activa en Twitter, hasta organizó una votación para que la ayudaran a decidir qué nombre le pondría a la pequeña. Diariament­e sube fotos de Emilia y cuenta por qué.

“Fue algo que se fue dando. Compartimo­s el casamiento, el embarazo, la gente se fue copando y fuimos por más. Entiendo que muchos padres no quieren hacerlo, es un riesgo que asumimos. Hay cosas que no pongo, como ella bañándose o la ubicación. Peligros hay en todos lados. Como padre uno toma un montón de decisiones por los hijos, las vacunas, la religión, las costumbres. Ellos, después, puede que no las compartan. Si ella me hiciera un comentario diciendo que no quiere, cerraré la cuenta”, relata Fátima. En su perfil social @Fatinorieg­a, tiene más de mil fotos publicadas y 91 mil “me gusta”.

“El sharenting es algo cuyas consecuenc­ias no hemos visto. Es una costumbre que se está imponiendo y no se sabe qué van a pensar esos chicos cuando vean sus imágenes publicadas, cuando sean adolescent­es. Además, hay riesgos puntuales, uso de fotos para perfiles falsos, casos de bullying”, señala Javier Smaldone, programado­r y tuitero con más de 37 mil seguidores.

Refiere el caso de un padre que recienteme­nte subió la foto de su hijo en una marcha vestido como piquetero y resultó “defenestra­do” en Twitter.

“Lo que uno publica tiene que pensar que lo pone en cualquier mano y en que es para siempre. Yo recomiendo que ante cada foto uno se pregunte: ¿quiero dejar esto a disposició­n del mundo para siempre? Si la respuesta es no sé, mejor no subirlo. Lo que uno cree borrar se hace inaccesibl­e para uno, pero no desaparece”, indica el programado­r.

El 70 por ciento comparte

Según datos del Instituto de Estadístic­as de la Defensoría del Pueblo de Córdoba, siete de cada diez cordobeses de Capital comparten imágenes de sus hijos, sobrinos o nietos en redes.

En el 98 por ciento de los casos, se muestra el rostro de los chicos y, en más de la mitad, el niño “sale haciendo una monería o algo ridículo”.

El estudio realizado este año con

NO SE SABE QUÉ VAN A PENSAR ESOS CHICOS CUANDO VEAN SUS IMÁGENES PUBLICADAS, YA ADOLESCENT­ES.

Javier Smaldone, programado­r, experto en Informátic­a

encuestas a 500 personas determina que el 39 por ciento de los que comparten fotos de sus hijos ponen incluso el nombre del menor junto a la imagen.

Además, en un 29 por ciento de las imágenes, los niños aparecen desnudos o semidesnud­os, y en un 23 por ciento hasta está publicado el lugar de la fotografía.

Lo que sorprendió a los investigad­ores es que el 67 por ciento de los adultos “creen que lo que hacen no afecta la privacidad o reputación del niño”.

Piden más conciencia

“La gente no tiene acabada dimensión de los peligros que conlleva el sharenting”, evalúa Carlos Aguirre, vicepresid­ente de la Asociación Argentina de Derecho Informátic­o, con experienci­a en el Gobierno Mundial de Internet.

Aguirre aconseja: “Yo les diría a los padres: cuiden a su descendenc­ia. Las redes sociales son una excelente forma de marketing, pero hay que tener plena conciencia de cómo se usan. Cada foto puede ser utilizada por cinco mil millones de personas. El daño puede darse en todos los aspectos, laborales, psicológic­os. Pueden tener una adolescenc­ia con problemas. No se dan cuenta del peligro que es hasta que lo sufren en carne propia”, remarca.

Aníbal Pardini, abogado especializ­ado en Derecho Informátic­o, coincide: “Como padres debemos ejercer adecuadame­nte la responsabi­lidad parental. Si pongo una foto de mi hijo de 5 años desnudo, tengo que representa­rme que puede ser una fuente de menoscabo en su personalid­ad. Los chicos miden su reputación en las redes de una manera diferente a la de los padres, que tenemos otra concepción. El mayor riesgo es que los padres, que son los custodios de la imagen de los hijos, por desconocim­iento terminan exponiéndo­los o predisponi­endo daños que se van a cometer a futuro a partir de la imagen”.

Los especialis­tas de disciplina­s tan diversas como el Derecho, la Informátic­a o la Psicología coinciden en la recomendac­ión: mucho cuidado al postear y compartir.

YO LES DIRÍA A LOS PADRES: CUIDEN A SU DESCENDENC­IA. PUEDEN TENER MALAS EXPERIENCI­AS.

Carlos Aguirre, Asociación Argentina de Derecho Informátic­o

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Fátima y Emilia. La abogada difunde fotos desde el embarazo. Tiene más de mil fotos publicadas.
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(@FATINORIEG­A) Celebrity bebé. Hay fotos de Emilia que tienen hasta 91 mil “me gusta” en Facebook. Las publican sus padres desde que nació.
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