Publicar fotos de los hijos en las redes tiene críticos y defensores
Juristas, especialistas en niñez, padres e informáticos debaten sobre el “sharenting”. Una controversia del mundo digital que plantea cuál es el derecho de los niños a su imagen.
¿Repartiríamos fotos de nuestros hijos a desconocidos para que hagan con ellas lo que quieran, ahora o en el futuro? Se llama sharenting la conducta de publicar masivamente información y datos de los hijos en las redes sociales (viene de share: compartir, y de
parenting: crianza). Además del riesgo de que las imágenes de los niños caigan en manos de pedófilos y de delincuentes, los investigadores sociales remarcan hoy que estas prácticas atentan contra el derecho al honor, a la imagen y a la intimidad de los chicos.
Mientras que defensores de los niños y especialistas en derecho informático advierten contra esta práctica, algunos padres defienden su libertad de decidir por los menores de edad, en ejercicio de su responsabilidad parental, y tienen miles de seguidores y likes (“me gusta”) en las redes sociales.
Emilia tiene 10 meses y su vida es pública desde antes de nacer. Sus padres son abogados, en Buenos Aires. Fátima Noriega, su mamá, es especialista en Derecho Penal. Muy activa en Twitter, hasta organizó una votación para que la ayudaran a decidir qué nombre le pondría a la pequeña. Diariamente sube fotos de Emilia y cuenta por qué.
“Fue algo que se fue dando. Compartimos el casamiento, el embarazo, la gente se fue copando y fuimos por más. Entiendo que muchos padres no quieren hacerlo, es un riesgo que asumimos. Hay cosas que no pongo, como ella bañándose o la ubicación. Peligros hay en todos lados. Como padre uno toma un montón de decisiones por los hijos, las vacunas, la religión, las costumbres. Ellos, después, puede que no las compartan. Si ella me hiciera un comentario diciendo que no quiere, cerraré la cuenta”, relata Fátima. En su perfil social @Fatinoriega, tiene más de mil fotos publicadas y 91 mil “me gusta”.
“El sharenting es algo cuyas consecuencias no hemos visto. Es una costumbre que se está imponiendo y no se sabe qué van a pensar esos chicos cuando vean sus imágenes publicadas, cuando sean adolescentes. Además, hay riesgos puntuales, uso de fotos para perfiles falsos, casos de bullying”, señala Javier Smaldone, programador y tuitero con más de 37 mil seguidores.
Refiere el caso de un padre que recientemente subió la foto de su hijo en una marcha vestido como piquetero y resultó “defenestrado” en Twitter.
“Lo que uno publica tiene que pensar que lo pone en cualquier mano y en que es para siempre. Yo recomiendo que ante cada foto uno se pregunte: ¿quiero dejar esto a disposición del mundo para siempre? Si la respuesta es no sé, mejor no subirlo. Lo que uno cree borrar se hace inaccesible para uno, pero no desaparece”, indica el programador.
El 70 por ciento comparte
Según datos del Instituto de Estadísticas de la Defensoría del Pueblo de Córdoba, siete de cada diez cordobeses de Capital comparten imágenes de sus hijos, sobrinos o nietos en redes.
En el 98 por ciento de los casos, se muestra el rostro de los chicos y, en más de la mitad, el niño “sale haciendo una monería o algo ridículo”.
El estudio realizado este año con
NO SE SABE QUÉ VAN A PENSAR ESOS CHICOS CUANDO VEAN SUS IMÁGENES PUBLICADAS, YA ADOLESCENTES.
Javier Smaldone, programador, experto en Informática
encuestas a 500 personas determina que el 39 por ciento de los que comparten fotos de sus hijos ponen incluso el nombre del menor junto a la imagen.
Además, en un 29 por ciento de las imágenes, los niños aparecen desnudos o semidesnudos, y en un 23 por ciento hasta está publicado el lugar de la fotografía.
Lo que sorprendió a los investigadores es que el 67 por ciento de los adultos “creen que lo que hacen no afecta la privacidad o reputación del niño”.
Piden más conciencia
“La gente no tiene acabada dimensión de los peligros que conlleva el sharenting”, evalúa Carlos Aguirre, vicepresidente de la Asociación Argentina de Derecho Informático, con experiencia en el Gobierno Mundial de Internet.
Aguirre aconseja: “Yo les diría a los padres: cuiden a su descendencia. Las redes sociales son una excelente forma de marketing, pero hay que tener plena conciencia de cómo se usan. Cada foto puede ser utilizada por cinco mil millones de personas. El daño puede darse en todos los aspectos, laborales, psicológicos. Pueden tener una adolescencia con problemas. No se dan cuenta del peligro que es hasta que lo sufren en carne propia”, remarca.
Aníbal Pardini, abogado especializado en Derecho Informático, coincide: “Como padres debemos ejercer adecuadamente la responsabilidad parental. Si pongo una foto de mi hijo de 5 años desnudo, tengo que representarme que puede ser una fuente de menoscabo en su personalidad. Los chicos miden su reputación en las redes de una manera diferente a la de los padres, que tenemos otra concepción. El mayor riesgo es que los padres, que son los custodios de la imagen de los hijos, por desconocimiento terminan exponiéndolos o predisponiendo daños que se van a cometer a futuro a partir de la imagen”.
Los especialistas de disciplinas tan diversas como el Derecho, la Informática o la Psicología coinciden en la recomendación: mucho cuidado al postear y compartir.
YO LES DIRÍA A LOS PADRES: CUIDEN A SU DESCENDENCIA. PUEDEN TENER MALAS EXPERIENCIAS.
Carlos Aguirre, Asociación Argentina de Derecho Informático