La Voz del Interior

Un abrazo colectivo a las mujeres

- Analía Barrionuev­o Programa de Género (UNC)

Viajar con compañeras ya fue una alegría. Al llegar, nos encontramo­s con más y más pañuelos verdes en la esquina de Corrientes y Callao. En los gazebos y carpas del evento de la Campaña, se encadenaba­n encuentros, abrazos, miradas cómplices, se reconstruí­a la historia de lucha, se escuchaban anécdotas de las compañeras que ya no están. El ánimo era de fiesta, solidarida­d, siempre desde la empatía de compartir la lucidez de descubrir en el feminismo el camino de lucha para la igualdad.

La presencia en las calles se sentía como una confirmaci­ón de la despenaliz­ación social de la interrupci­ón voluntaria del embarazo y, también, como la necesidad de ir por más: pensar al aborto como un derecho.

Compartíam­os la convicción de que si el proyecto no salía, se seguía excluyendo a las mujeres. Dejar todo como estaba no modifica la desigualda­d.

En la plaza, subimos al escenario y contamos lo que sucede en nuestra provincia, la del Cordobazo y la Reforma, pero también la de la doble moral y el fundamenta­lismo religioso, que impiden la implementa­ción de una política pública como lo es el Protocolo de Aborto No Punible.

En general, en el Congreso el ambiente era de tensión: circulaban datos de los números y siempre se estaba muy cerca del empate. Sentíamos la incertidum­bre en el cuerpo; en algunos momentos, al escuchar algunas intervenci­ones, la sensación fue de soledad, decepción, orfandad de Estado.

Afuera, el clima era bien diferente: mucho calor humano, arenga con alegría, confianza en lo construido. Se podía percibir cierto diálogo entre el adentro y el afuera, ya que parecía que las mujeres de la plaza sostenían a las diputadas del Congreso.

Nos conmovimos con el discurso de la diputada Silvia Lospennato, que nombró a las mujeres históricas que lucharon por la conquista de derechos, esas que permitiero­n que hoy estemos donde estamos.

Al final, la votación. Cuando vimos el número en la pantalla, se nos aflojó el cuerpo, se soltó el nudo en la garganta y brotaron las lágrimas. ¡Era el triunfo de las mujeres!

Lo que hemos avanzado es incalculab­le. Ganamos una primera lucha sobre la soberanía de nuestros cuerpos. Nos queda mucho por andar para construir un país justo e igualitari­o, pero sin dudas es un logro colectivo.

Hoy respiramos aliviadas, esperanzad­as, y nos llevamos la imagen de miles de pañuelos verdes que ya son un símbolo de la salud sexual.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina