La Voz del Interior

El cordobés que regala su música en Rusia

- José Playo jplayo@lavozdelin­terior.com.ar

La vida es movimiento. Un día estás en un bar en Alejo Ledesma, pensando qué será de tu futuro con la música, y a la semana siguiente aparecés sentado entre Maradona y Messi en el partido inaugural de la selección argentina en Rusia. Esa es la historia resumida de la serie de casualidad­es que llevaron a este artista cordobés a vivir una de las experienci­as más enriqueced­oras que pueden existir para un músico: probar su arte en geografías lejanas y comprobar que el idioma no es una barrera.

Pero también es la historia de una epopeya unipersona­l (la de César) que se volvió colectiva (el pueblo que mira el Mundial a través de los ojos del único privilegia­do en la zona en palpitar el evento deportivo de cerca).

César Agüero tiene 35 años y está viviendo una experienci­a singular: primero, porque no tenía pensado viajar a Rusia. Segundo, porque mucho menos tenía los medios para costear la entrada para ver jugar a la selección nacional. Pero la suerte obra de manera inexplicab­le.

Todo comenzó cuando un amigo le confesó que lamentaba verlo alejado de lo que más le gustaba. Porque César estuvo siempre ligado a la música (compone, canta y toca la guitarra), pero después de muchos años de girar por bares entre su ciudad, Rosario y Buenos Aires, finalmente bajó los brazos. Al amigo no le gustaba verlo sin tocar.

Pero con cuatro hijas a cargo, era hora de buscar un emprendimi­ento familiar “un poco más rentable”, y así fue que su pasión se había puesto en pausa para abrir el único pub que hay en su pueblo. “Fue una situación particular, porque mi amigo me dijo que a él lo haría muy feliz pagarme el pasaje para que fuera a tocar como hacía cuando giraba, pero en Rusia”, cuenta César.

El empujón de su amigo al comienzo no lo convenció. Era mucho dinero, y allá habría que resolver la estadía, los gastos y el pasaje para volver. Pero al final César “el negro” Agüero se animó, y apoyado por su compañera y sus hijas, emprendió la marcha incierta hacia el otro lado del mundo.

A la Plaza Roja

Hasta acá, digamos que la historia es pintoresca. Se puede agregar que César no había subido nunca a un avión, que no habla ruso ni inglés, y que mucho menos soñaba que en un par de días estaría sentado en la tribuna viendo a la selección, a unos metros de donde Maradona fumaba sus puros y a pocos pasos de donde Messi se acomodaba los botines.

La cosa se pone interesant­e cuando César se mete en un subte a tocar folklore. “Allá no es frecuente que haya alguien haciendo música en el subte, y el tipo de música les llama la atención; por donde vas te filman, te sacan fotos; yo me vine sin saber hablar el idioma y me estoy comunicand­o todo el tiempo con la guitarra”.

Además del subte, César también toca en lugares icónicos del país de Putin. Y en todas partes el fenómeno se repite: aplausos, felicitaci­ones, interés por saber de nuestra música.

“La buena onda que hay acá no se puede creer –explica–, la gente

LES INTERESA SABER DE NUESTRA CULTURA, DE NUESTRA MÚSICA, TENEMOS MÁS COSAS EN COMÚN DE LO QUE CREEMOS.

te invita a que cantes para ellos, te filman, te agradecen y te buscan por redes sociales; les interesa saber de nuestra cultura, les gusta nuestra música, tenemos más cosas en común de las que creemos”, resume.

Vamos a la cancha

De arranque, César había descartado la posibilida­d de ver algún partido del Mundial, ya que el costo de una entrada era privativo. Según sus cálculos, tocando a la gorra se pueden juntar unos 20 dólares por día. La suerte quiso que hiciera noche en un hostel donde había un grupo de argentinos. Todos estaban ahí para ir a la cancha, aunque César iba a estar en las afueras poniéndole algunas chacareras perimetral­es al encuentro.

“Uno de los argentinos consiguió una reventa por internet y me regaló la entrada –cuenta con emoción el músico–, fue un gesto enorme y le estoy muy agradecido, me permitió estar donde nunca soñé que iba a estar, en la tribuna con Maradona mirando cómo calentaba Messi; no paré de llorar un minuto”, dice.

Ahora, César se encuentra trabajando a pleno. Hay bares, plazas y subtes donde el público es gene-

ES INCREÍBLE, PERO YA TENGO VARIAS INVITACION­ES PARA GIRAR POR ALGUNOS PAÍSES Y ESTOY SEGURO DE QUE LO VOY A HACER.

 ?? (GENTILEZA CÉSAR AGÜERO) ?? Entre amigos. Agüero dice que en Rusia aprecian su música y lo tratan muy bien.
(GENTILEZA CÉSAR AGÜERO) Entre amigos. Agüero dice que en Rusia aprecian su música y lo tratan muy bien.

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