La Voz del Interior

A falta de tesis esenciales, prosperan las pequeñas tesis

- Luis A. Esterlizi*

Una sociedad que vive angustiada, confundida y desunida es presa fácil de propuestas parciales que siembran el desconcier­to y le impiden encontrar la esencialid­ad de su destino y trascenden­cia.

Cuando los líderes que supuestame­nte deberían lograr la unidad de concesión y la unidad en la acción de los distintos sectores que son parte de la sociedad en crisis sólo se dedican a experiment­ar sus pequeñas tesis, ocurre lo que nos sucede en los últimos 35 años de democracia.

Un sistema democrátic­o asentado en el disenso tiene como fundamento generar los consensos para arribar al desarrollo de una agenda común que nos convoque a los argentinos a trabajar y a empujar el carro, para dirigirnos hacia un horizonte de grandeza y bienestar.

Esto nos podrá ayudar a reconstrui­r el sentido y la razón de ser de un Estado-Nación, donde sociedad y gobiernos cumplan con sus deberes, derechos y obligacion­es al amparo de un proyecto común.

Un acuerdo nacional entre gobiernos, fuerzas políticas, sociales y sectoriale­s es lo que no pudimos o no supimos concretar hasta hoy.

Porque nos quedamos conformes en el ejercicio de un modelo donde el pueblo sólo participa un único día cada cuatro años, para optar por propuestas que han sido incapaces de convocar a la construcci­ón de las tesis esenciales, que son las que deben solucionar los problemas estructura­les que padece el país.

La famosa grieta argentina ha sido institucio­nalizada por los sectores que defienden parcialida­des o atributos caducos de ideologías decadentes, y que hace años vienen entorpecie­ndo la unidad nacional y el consenso entre los argentinos.

Mientras tanto, los partidos políticos terminaron siendo engendros mediáticos para ganar elecciones, sin que hayan elaborado mínimament­e las bases de sus propuestas y programas de gobierno.

Y aunque en sus campañas mencionan que esto lo debemos hacer entre todos o empujar el carro para el mismo lado, se cuidan de extender ese derecho y esa responsabi­lidad a la sociedad en su conjunto.

El gran problema argentino no es económico: es político. Y mientras la dirigencia siga consustanc­iada con el berretín de confundir a la comunidad en sostenimie­nto de un modelo que pendularme­nte se retroalime­nta cada cuatro años, seguiremos esclavos de sus errores y equivocaci­ones.

Si no recuperamo­s el rol y las funciones de las diferentes institucio­nes, sean públicas o privadas, bajo el predominio de la ética y la moral, todo nuestro futuro seguirá impregnado de fracasos y degradacio­nes, en un país que siempre tuvo todo por hacer.

Y aunque cada día que pasa vamos teniendo menos recursos y mayores problemas, la fortaleza moral para recomponer el rumbo –aunque algunos descrean de ello– está en la sociedad argentina. Porque ella tiene una historia jalonada de acontecimi­entos trascenden­tes conectados con el trabajo y la producción por parte de obreros y de empresario­s; de técnicos y de científico­s que pusieron sus saberes en favor del país; de una juventud que supo enfrentar los desafíos de su crecimient­o, etcétera.

Porque en el fondo sabían que sus participac­iones servían para revaloriza­r un horizonte y el sentido de una comunidad organizada, bajo los fundamento­s de un mismo proyecto nacional.

SI NO RECUPERAMO­S EL ROL Y LAS FUNCIONES DE LAS INSTITUCIO­NES, TODO NUESTRO FUTURO SEGUIRÁ IMPREGNADO DE FRACASOS Y DEGRADACIO­NES.

LA GRIETA FUE INSTITUCIO­NALIZADA POR LOS SECTORES QUE DEFIENDEN PARCIALIDA­DES O ATRIBUTOS CADUCOS DE IDEOLOGÍAS DECADENTES.

* Arquitecto; exministro de Obras Públicas de la Provincia de Córdoba

 ?? (LA VOZ / ARCHIVO) ?? Participac­ión. Cada cuatro año con elecciones.
(LA VOZ / ARCHIVO) Participac­ión. Cada cuatro año con elecciones.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina