La Voz del Interior

La víctima del asalto lo “clavó” en el juicio y el ladrón terminó condenado

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Un joven que integraba una banda que en 2016 cometió un violento golpe comando contra un corralón de barrio Don Bosco, en Córdoba capital, fue condenado finalmente a la pena de siete años de cárcel.

La Cámara 3ª del Crimen lo halló culpable del delito de robo calificado agravado por el uso de arma y por la participac­ión de un menor de edad.

Por ese hecho, los otros tres miembros del grupo ya habían sido sentenciad­os, tiempo atrás, a la misma pena.

El caso tuvo notoriedad por la violencia desplegada por los delincuent­es, quienes abrieron fuego contra las víctimas cuando escapaban (por fortuna, no hirieron a nadie), y por el hecho de que se movilizaba­n en un Renault 12.

Cercado

Pese a que hasta último momento Francisco Ezequiel Capdevilla (18) negó su participac­ión en los hechos, el joven fue condenado de manera unánime. El fiscal Marcelo Hidalgo había pedido una pena de ocho años de cárcel.

En el juicio, las pruebas lo cercaron. Pero lo que terminó por sentenciar su suerte fue el testimonio de la principal víctima del robo, quien no dudó en señalarlo con toda seguridad en la sala de audiencias de Tribunales II.

“Perdoname, hijo, yo no tengo nada en tu contra... pero vos estuviste adentro ese día. Vos eras el que le gritaba al otro: ‘¡Tirale! ¡Tirale! ¡Matalo! ¡Matalo!’ Y tiraban contra mi hijo, contra mi hija. Gracias a Dios, no nos mataron. Tiraron contra todos nosotros, me tiraban a mí también”, declaró, en su momento, Edgardo Rodolfo Ramón Falcone. Y agregó: “No nos mataron porque tenían mala puntería”.

Aquel 20 de octubre de 2016, al mediodía, tres delincuent­es armados entraron a robar al corralón Piedritas, en avenida Don Bosco al

6200, en Córdoba capital. Un cuarto miembro se quedó al volante del

R-12.

Con golpes y amenazas, los ladrones robaron dinero y distintas pertenenci­as, tras lo cual escaparon realizando varios disparos con armas de fuego.

Tras abordar el viejo auto, intentaron escapar a toda velocidad. Finalmente, la Policía logró darles alcance y capturarlo­s.

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