Paulo Dybala, el futuro de la selección
De megasuplente de lujo en este Mundial, a puntal de la nueva selección. Para el cordobés, lo mejor está por venir.
Pese a que jugó sólo unos pocos minutos frente a Croacia en el Mundial de Rusia, el cordobés Paulo Dybala tiene todo para convertirse en la próxima figura de la selección nacional. Cuenta a su favor con un talento de exquisito y una gran confianza en sí mismo.
“Me toque jugar o no, estoy disfrutando mucho”. Paulo Dybala siempre transmitió esa sensación, de que la estaba pasando bien en el Mundial. Cada vez que las puertas de la concentración de Argentina en Bronnitsy se abrieron aunque pocos minutos, un objetivo fue seguir a los dos cordobeses del plantel, Dybala y Cristian Pavón.
Las situaciones de ambos eran diferentes, porque mientras el exTalleres aparecía hasta con chances de ser titular en cualquier momento (de hecho lo fue contra Francia), el ex-Instituto siempre estuvo relegado en la consideración del entrenador Jorge Sampaoli, que lo tuvo como el último delantero a disposición.
Entonces era interesante saber cómo estaba Dybala, sus expectativas, su ánimo. Y lo cierto es que cada vez que se lo vio lució activo, participativo, con la cabeza alta. Y lo dejó claro en la conferencia que le tocó asistir: “Estoy dando todo, como si fuese un titular. Siempre soy muy optimista y creo que voy a tener la posibilidad”. A esa declaración, el delantero de Laguna Larga la acompañó con gestos, con actos. Nunca bajó los brazos (”Para eso me quedaba en mi casa”, dijo). Ese día fue cuando accedió a que Mundo D pudiera entregarle la camiseta de Instituto y una carta que le había mandado el club. Se lo notaba calmo, seguro, maduro, feliz.
Pocos días después esa oportunidad que esperaba le llegó: se la dieron cuando el equipo ya perdía e iba camino a desbarrancar frente a Croacia. En esos pocos minutos, sólo 22, el cordobés intentó aportar desde la derecha del ataque, pero Argentina ya estaba quebrada, en lo futbolístico y en lo espiritual. De ahí en más, Paulo siguió en el banco cuando a las claras era una alternativa más que potable por ejemplo en la caída frente a Francia. Pero Sampaoli siempre eligió a otro, en especial a Maximiliano Meza, en una banca al de Independiente que hasta hoy es incomprensible.
Ayer, Dybala dejó un mensaje en Instagram que transmite esperanza, humildad y agradecimiento. “Este fue mi primer mundial, una emoción grandísima. Una lástima que no fue lo que todos esperábamos. De todos modos quiero agradecer a todos los que nos acompañaron y apoyaron desde el primer momento hasta el final, a quien lo hizo desde la casa, desde las plazas, escuelas o puestos de trabajo. ¡Vamos Argentina!”. Más allá de las palabras para la gente, vale rescatar la primera frase: “Fue mi primer mundial”, que lleva implícita una convicción desde sus 24 años: va a jugar otros.
En un ciclo que para él fue tortuoso pasó de ser el potencial socio ideal de Messi, a estar casi borrado y a ser citado en la convocatoria final cuando parecía que se perdía la Copa del Mundo. Ya entre los 23, Sampaoli le dio las mínimas chan- ces convirtiendo a la figura de la Juventus en un supersuplente de lujo, en principio porque el DT lo sumó a la lista pensando en que era el único que podía reemplazar a Lionel Messi, algo que Paulo desestimó cuando dijo que podía jugar al lado de “Leo”. El seleccionador postergó a un jugador que el técnico evaluó tenía características para suplantar a Messi.
Cerrada esta etapa, al ex-Instituto se le abre un nuevo panorama. Con o sin el DT santafesino, Dybala aparece por edad, capacidad y proyección en la base de la selección que se viene a la par de valores como Giovani Lo Celso (otro de los grandes enigmas argentinos en este Mundial), Cristian Pavón, Lautaro Martínez o Mauro Icardi.
El cordobés se ganó esa posibilidad porque pese a ser tenido muy poco en cuenta en Rusia 2018, todos saben de su capacidad, de su talento y de su predisposición. Por eso, de suplente estelar ahora asoma como una de las grandes esperanzas para la obligada renovación.