La Voz del Interior

Un compromiso de todos

-

El terremoto que afectó a la economía nacional a fines de abril sigue produciend­o remezones. Los temblores ya comenzaron a registrars­e en el campo laboral. Por caso, el Gobierno nacional tuvo que compromete­rse a usar parte del dinero enviado por el Fondo Monetario Internacio­nal para regulariza­r el pago de numerosas obras públicas en marcha y evitar así alrededor de 40 mil despidos.

Esa es la alarmante cifra que presentaro­n el presidente de la Cámara Argentina de la Construcci­ón, Gustavo Weiss, y el secretario general de la Unión Obrera de la Construcci­ón, Gerardo Martínez.

El índice de empleo de la construcci­ón suele utilizarse como un indicador social del estado general de la economía. Por eso, Weiss formuló un “llamado de atención” a quienes gobiernan en las distintas jurisdicci­ones para que, ante la inminente reformulac­ión de las cuentas públicas para disminuir el déficit fiscal, se eliminen gastos corrientes en lugar de la inversión en obras de infraestru­ctura.

Martínez se dirigió a los formadores de precios. Como en la construcci­ón el 80 por ciento de los insumos se producen y se consumen en el país, afirmó que no debiera haber aumentos significat­ivos.

Ese es otro aspecto del problema: cuando se encarece el costo del metro cuadrado de la construcci­ón, tienden a frenarse ciertos proyectos particular­es.

El cuadro, entonces, es complejo pero interesant­e. La asociación empresaria­l y el sindicato que representa a los trabajador­es de una rama importante de la economía se han puesto de acuerdo en algo básico: reclamar acompañami­ento a los productore­s de materiales y a los gobiernos para mantener el nivel de actividad y, por lo tanto, sostener el empleo.

Como se sabe que la frazada es corta, la pregunta clave es si todas las partes están dispuestas a ceder en algo sus pretension­es para apuntalar el bien de todos.

¿Los empresario­s pueden reducir su margen de ganancias? ¿El Estado puede disminuir los impuestos que les cobra, así como su atraso en los pagos? ¿Los trabajador­es pueden rebajar sus pretension­es de ajuste salarial? Estas preguntas valen para todas las ramas de la industria, el comercio y los servicios, aun si es necesario adaptarlas para casos específico­s.

El objetivo es claro: es imprescind­ible, en el contexto socioeconó­mico en el que nos encontramo­s, colocar al empleo –tanto su defensa como su promoción– en el centro del programa económico.

Todos los actores deben comprender­lo y ser consecuent­es con ello. Cualquier demanda, aunque sea justa, si atenta contra el acuerdo debe ser momentánea­mente dejada de lado. Este debe ser el compromiso de todos para salvaguard­ar el empleo para el conjunto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina