El Gobierno sondea el ajuste
Como si fuera un déjà vu , el Gobierno nacional volvió a protagonizar ayer idas y vueltas respecto a las incómodas medidas de ajuste que deberá aplicar para cumplir con la reducción del déficit fiscal.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, convalidaron rumores respecto a un posible aumento en la tasa que deben pagar quienes compran pasajes al exterior. El ruido fue inmediato y no tardaron en llegar las quejas desde el sector del turismo.
Poco más tarde, la aclaración quedó en manos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne: “No tenemos bajo estudio modificar ningún impuesto”.
Fue una situación similar a la que el Gobierno protagonizó tiempo atrás con el campo, cuando dejó circular una versión sobre un eventual freno al esquema para eliminar las retenciones. Hubo entredichos entre funcionarios y, cuando se conocieron los gritos de guerra del agro, desde la Casa Rosada salieron a calmar los ánimos.
Parecería ser una estrategia para sondear el terreno de cara al ajuste, cuyo alcance quedará oficializado en el proyecto del Presupuesto para el año que viene que el gobierno de Mauricio Macri debe enviar al Congreso de la Nación.
Está claro, el camino para lograr la reducción del déficit fiscal se completará mediante recortes presupuestarios o con más presión impositiva. Y la ecuación permite combinaciones.
En público, Macri promete la reducción impositiva (tal como lo hizo la semana pasada ante los referentes de la Came), pero sus palabras parecen no convencer a todos los actores del sector privado, que siguen alerta.
Por ello, el Gobierno parece tantear el terreno donde cualquier recorte presupuestario o aumento de presión impositiva supone un nuevo frente de conflictos. El contexto demanda un fino equilibrio.