La Voz del Interior

De Villa Las Rosas a Netflix, con escalas

El actor cordobés interpreta a uno de los mánagers de Luis Miguel, en la exitosa serie de la plataforma. Cómo fue la aventura que lo llevó a jugar en una tira de alcance mundial.

- Diego Tabachnik dtabachnik@lavozdelin­terior.com.ar

Paradojas de la vida: cuando el cordobés César Santa Ana llegó a México, hace ya 10 años, tuvo que hacer un esfuerzo enorme para que el español neutro tapara toda huella de su tonada de Traslasier­ra. Ahora, el actor tuvo que desempolva­r su acento “argentino” para interpreta­r a Alex McCluskey, uno de los managers que tuvo Luis Miguel, en la exitosa serie de Netflix sobre el ídolo mejicano. Todo parece haber valido la pena, porque Santa Ana, de pronto, se encuentra actuando en uno de los fenómenos televisivo­s del año, con repercusió­n a escala global.

“Es increíble el furor. Yo creo que ni los productore­s pensaban que iba a tener esta masividad la serie”, dice este cuarentón vía telefónica desde Ciudad de México. César nació en Villa Las Rosas, y a los 20 años se fue a estudiar teatro con Agustín Alesso a Buenos Aires. Allá trabajó en Pol-ka y Endemol en tiras como Doble

vida, Sin código e Historias de café, haciendo personajes pequeños y bolos.

Pero como la cosa no terminaba de arrancar, decidió irse a México a probar suerte. “Vine porque me decían más que todo que era ‘güerito’ (rubio), de ojos claros, y que por eso podía conseguir trabajo, pero era otro tipo de concepto al que yo pensaba”, dice de forma honesta.

Primero trató de ingresar al enorme imperio de Televisa, pero no encajó. “No me gustó la forma en que trabajaban, muy estructura­dos en la manera de decir el texto, sin dejarte jugar improvisan­do un poco, algo que en Argentina es maravillos­o cómo lo hacen”.

Ahí fue cuando tenía que esforzarse por hablar en neutro: “En México a una novela la venden en 20 países, y por eso tenés que hablar muy bien neutro, entonces no podés hacer de argentino”.

Mientras tanto, nacía su hija, César hacía teatro y se la rebuscaba en la gastronomí­a. “Empecé como mesero y después puse dos restaurant­es. La remé muchísimo acá en el DF. A la gente que piensa en venir, le diría que está bueno probar, conocés otra cultura y crecés humanament­e, pero es difícil por el tema de los papeles y en el caso de los actores, por el español neutro”.

El golpe de suerte

A Luis Miguel la serie llegó por un casting. “Me llamó una agencia para que me presentara, y empecé a investigar y no encontré nada sobre esta persona que iba a representa­r. Entonces lo largué sintiendo mi instinto actoral. Me sentí muy a gusto en el casting, seguro de lo que hice. Y a los dos meses me llamaron, me dijeron que había quedado selecciona­do y me puse como loco a festejar. Al otro día fue el sismo en Ciudad de México y se retrasó el rodaje otros dos meses. ¡Me quería matar!”.

–¿Cómo están viviendo ustedes la repercusió­n mundial que tiene el programa?

–Con algunos chicos nos juntamos, pero muchos regresaron a sus respectivo­s países, como César Bordón, el otro argentino que hace

de Hugo López, el mánager de Luis Miguel, o Óscar Jaenada (que hace de Luis Rey) que volvió a España. Pero ya en el último día de rodaje nos abrazamos todos confiando mucho en que esto iba a ser un boom. Lo mismo decían los productore­s, guionistas y el director.

–Luis Miguel hace un cameo en el primer episodio. ¿Tuvieron contacto con él?

–Sí, cuando fuimos a grabar a Acapulco él estaba en una parte de ese rodaje. Llegó a saludar a uno por uno de nosotros, agradecien­do lo que se estaba haciendo, diciendo que estaba contento con la serie y después nos invitó a un par del elenco a ver un recital suyo en el Auditorio Nacional de Ciudad de México. Nunca perdió su talento, la voz, lo que es: un gran artista que empezó a los 10 años y hoy sigue siendo furor.

–La figura de Luis Miguel estuvo desde siempre rodeada de un mito a su alrededor, pero la serie lo humanizó y lo expuso como un niño sufrido. ¿Qué impresión te quedó a vos después de conocerlo?

–Que es una persona que tiene ángel, una estrella, y cuando lo ves arriba del escenario notás que es un monstruo. Y ahora que vemos la serie más de uno piensa ¡pobre pibe eh! Hay que estar en los zapatos de él.

Jugando en primera

Esta es la producción más grande en la que el cordobés ha trabajado. “Definitiva­mente, es monstruosa. Han buscado a gente de diferentes países, está muy bien escrita, dirigida. Yo la mayoría de las escenas las tuve junto a César Bordón y Diego Boneta (Luis Miguel en su etapa de adulto) y había muchas líneas de pensamient­o que nos permitía Humberto Hinojosa, el director, y entre nosotros había buena complicida­d”.

–Entre el resto de los personajes, brilla absolutame­nte lo que hace Jaenada, el español.

–Es un monstruo, totalmente. Lo ves cuando está entrando en escena y se cambia... ¡es otra persona! Creo que, por lo que vi, es como que se le viene el espíritu de Marlon Brando o James Dean al cuerpo. Hasta de Olmedo te diría, porque decían que era alguien que entraba a un set y explotaba. Este tipo también. Y es muy distinto a lo que es personalme­nte respecto a lo que hace en la serie.

–Caracteriz­ado como Luis Rey no creo que podría caminar tranquilam­ente por las calles de México, ¿no?

–No sé... (risas) porque acá es increíble lo que pasó con su personaje. En México cuando cumplen años o hay algo festivo, se ponen las piñatas con dulces, que tienen formas de personas y le dan con un palo hasta que se rompen. Ahora hay varias que tienen la cara de Luisito Rey.

César no puede adelantar nada respecto a sobre si habrá o no una segunda temporada. “Ojalá, sería increíble y vendría bárbaro, porque creo que cuando una temporada es buena tenés la segunda, pero yo no tengo nada confirmado”.

Actualment­e, Santa Ana está grabando una película, aunque por contrato no puede revelar nada. Sí se ilusiona con que este empuje que le da la serie de Luis Miguel le abra nuevas puertas. “Ahora quiero volver a Argentina entre otras cosas para volver a contactarm­e con productore­s. Vivo en México, pero en la actuación, uno va donde hay trabajo.

–¿Qué dicen tus amigos de acá ahora que los domingos a las 23 están esperando el capítulo nuevo para verte?

–Empezó a aparecer gente de la que no tenía noticia y a la que quería muchísimo. Y que te feliciten por tu trabajo es muy lindo, que te digan ‘mirá donde llegaste, estoy muy contento por vos’ es una caricia al alma. –¿Extrañás algo de Villa Las Rosas?

–Todo. Extraño muchísimo, el invierno, el verano, las amistades, la naturaleza, los colores, los olores, la comida... y más porque nunca volví al país. México es divino, yo estoy agradecidí­simo, mi hija es mejicana, pero cerrás los ojos y te viene la memoria emotiva.

LA REMÉ MUCHÍSIMO ACÁ. ESTÁ BUENO PROBAR, CONOCÉS OTRA CULTURA Y CRECÉS HUMANAMENT­E, PERO ES DIFÍCIL POR EL TEMA DE LOS PAPELES Y POR EL ESPAÑOL NEUTRO.

EN EL ÚLTIMO DÍA DE RODAJE NOS ABRAZAMOS TODOS CONFIANDO MUCHO EN QUE ESTO IBA A SER UN BOOM. PERO CREO QUE NI LOS PRODUCTORE­S IMAGINABAN TANTO.

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(GENTILEZA INSTAGRAM CÉSAR SANTA ANA)
 ??  ?? En la piel de McCluskey. Santa Ana, junto a Diego Boneta, el actor que interpreta a Luis Miguel en la serie de Netflix.
En la piel de McCluskey. Santa Ana, junto a Diego Boneta, el actor que interpreta a Luis Miguel en la serie de Netflix.

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