Un partido que recién empieza y que durará 81 días
El conjunto de los gobernadores de la oposición puede anotarse por estas horas un pequeño primer triunfo en la tenida con el Gobierno nacional y sus pares porteño y bonaerense. La pulseada recién empieza e irá in crescendo hasta la presentación del proyecto de Presupuesto, a más tardar el 15 de septiembre.
Podrían esbozar una sonrisa por el informe de avance del proyecto de Presupuesto que ayer envió la Jefatura de Gabinete al Congreso, casi al mismo tiempo que el ministro encargado del ajuste, Nicolás Dujovne, tuvo una primera reunión con el tándem oficialista Horacio Rodríguez Larreta-María Eugenia Vidal para analizar traspasos de servicios de la Nación a sus distritos.
No es poca cosa que el apartado sobre “Coordinación Fiscal con
las Provincias” sea el único del informe presentado que no tenga proyecciones para 2019: deja así una puerta abierta a la negociación con los gobernadores opositores. También cuando dentro del mismo apartado, y al consignar los aspectos relevantes del Compromiso Fiscal firmado entre la Nación y los gobernadores en noviembre pasado, se señala que “en materia de subsidios energéticos y al transporte, se convino la eliminación de aquellos destinados al Área Metropolitana de Buenos Aires, diferenciales con respecto al resto del país”. No menciona fecha, como sí se había hecho en el Compromiso: en 2018 para los primeros y 2021 para los segundos.
Ese texto resulta ratificatorio de la voluntad de Rodríguez LarretaVidal de aceptar el traspaso de Edenor y Edesur (las energéticas), cuyos términos comenzaron a analizar ayer con Dujovne. Un cercano colaborador de la gobernadora dijo que “no hay aún avances”.
En conjunto, texto y reunión, son un primer gesto hacia el planteo de los gobernadores, apremiados por el Gobierno nacional para que aporten al ajuste comprometido con el FMI. Pero ese primer gesto es insuficiente si se lo coteja con la posición común que el martes confirmaron los ministros de Economía y de Finanzas de 11 provincias, Córdoba entre ellas: antes de sentarse a negociar otros ajustes para 2019, es condición sine qua non resolver la eliminación de los subsidios nacionales a Aysa (agua y saneamiento a la Caba y 26 municipios bonaerenses), el transporte, la seguridad (Gendarmería) y la justicia ordinaria: nada menos que 80 mil millones de pesos, o 0,63% del PBI nacional. Y también el compromiso de que el ajuste no afectará las partidas que la Nación envía a las provincias para educación, salud y obras públicas.
Un pequeño primer triunfo para los gobernadores peronistas y el socialista santafesino. Pero el partido recién empieza. Aún queda mucho por jugar en los próximos 81 días.
LOS GOBERNADORES AYER TUVIERON UN PEQUEÑO TRIUNFO INICIAL: LA NACIÓN YA HABLA DE SACAR BENEFICIOS AL AMBA.