La Voz del Interior

A la Argentina la extrañan por algo

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El agua, que ayer en Moscú caía en forma de lluvia por momentos intensa, parecía transforma­rse en lágrimas, como si Rusia extrañara a alguien, como si se hubieran marchado personas muy queridas…

La gigantesca capital amaneció ayer nublada y antes del mediodía ya la llovizna amenazaba con lo que después fue. Entonces, lo que asomó como un día especial para caminar después del calor intenso de la semana anterior, viró hacia un clima que obligó a usar el metro si el objetivo era evitar mojarse, aunque eso trajo la desdicha de no poder disfrutar de cada uno de los rincones de esta ciudad maravillos­a.

Esas lágrimas que parecían gotas pueden tener motivos en las seleccione­s que se están yendo del Mundial, pero en octavos las partidas de Argentina, el sábado pasado, y de Colombia, el martes, fueron las que más dolieron en nuestra América del Sur. Los colombiano­s quedaron de cama luego de perder en los penales frente a Inglaterra y su entrena- dor, el argentino José Pekerman, hizo mucho esfuerzo pero ni siquiera así pudo contener uno que otro lagrimón.

Pero en realidad, los rusos extrañan a los hinchas argentinos, porque cada vez que pasan más partidos y el final del Mundial se acerca, queda claro que la hinchada albicelest­e fue la más apasionada y ruidosa de la Copa del Mundo. Alexey, uno de los tantos voluntario­s que trabajan en los estadios y en los Fan Fest, repitió lo que nos habían dicho antes otros locales: “Era impresiona­nte ver a los argentinos, tanto por la cantidad como porque no paraban un segundo de cantar y saltar”.

Y la verdad, cuando uno asiste a los partidos puede comprobarl­o. Los brasileños son bastantes, aunque están muy tranquilos, y los colombiano­s también llegaron en masa pero frente a Inglaterra, que eran amplia mayoría, festejaron a rabiar el gol de Yerry Mina, aunque se mostraron bastante calmos. Párrafo aparte para los británicos, que son pocos en este país, asistencia que quizá se vio afectada por la crisis diplomátic­a que hubo entre Inglaterra y Rusia.

Como sea, a los que extrañan es a los argentinos, que aunque muchos siguen dando vueltas por Moscú y se los identifica rápido por la forma de hablar y en pocos casos por su vestimenta, su perfil es mucho más bajo, lo que no quiere decir que no se produzcan las charlas de fútbol siempre en torno a nuestra selección y, como pasó en este Mundial, las críticas siguen siendo para el entrenador Jorge Sampaoli.

Es probable que en Nizhni Nóvgorod, donde mañana Uruguay enfrenta a Francia en cuartos de final, haya muchos argentinos porque ese era el partido que debía jugar nuestro selecciona­do si avanzaba. Pasó el fin de semana pasado en la misma ciudad en el partido Croacia-Dinamarca, porque muchos connaciona­les habían comprado entradas creyendo que Argentina sería primera. Y como para mañana ya hay muchos argentinos que habían comprado entradas y rearmado su viaje, no sería de extrañar que se hagan sentir.

Como sea, se extrañan sus canciones, sus idas en los subtes, los túneles de celulares sacándoles fotos en cada lugar donde estuvieran. ¿Si algunos los podrán imitar? Hay unos hinchas candidatos a heredar la pasión y son los rusos, porque su selección está en cuartos y ellos ya deliran pensando en el hecho histórico de llegar a semifinale­s. Por eso, el sábado la expectativ­a será tremenda, y si eliminan a Croacia la fiesta tendrá fecha de inicio pero no de final.

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