La Voz del Interior

Nafta: se vienen más aumentos

El Gobierno les comunicó que podrán establecer sus propias políticas en los surtidores, aunque YPF marcaría el ritmo del mercado. Una entidad de expendedor­es afirma que deberían subir entre 20 y 25 por ciento, por el retraso que presentan las naftas fren

- Javier Álvarez Correspons­alía Buenos Aires

El Gobierno liberó completame­nte ayer el mercado de los combustibl­es y les comunicó a las petroleras que pueden subir los precios de las naftas y el gasoil todo lo que consideren, por lo que podría haber ajustes de hasta el 25 por ciento, superando ya la barrera de 40 pesos por litro.

¿Tendría que subir el precio de la nafta?, se le consultó al ministro de Energía, Javier Iguacel. “Algunas empresas sí, otras no”, respondió. Y señaló que hay un 30 por ciento del mercado petrolero que “no quiere competir” y amenaza con desabastec­er. Pero evitó mencionar cuáles son esas empresas.

“Si creen que el precio al que están vendiendo no es suficiente para pagar sus costos, serán más caros que los otros y perderán volumen”, afirmó el ministro al apuntar contra las empresas hidrocarbu­ríferas.

Las principale­s petroleras advirtiero­n que podría cortarse hacia fines de mes la cadena de abastecimi­ento de combustibl­es por retraso en los precios, pero Iguacel descartó esa posibilida­d y responsabi­lizó a las empresas y a la política energética del kirchneris­mo.

En síntesis, los precios de los combustibl­es quedaron rezagados entre 20 y 25 por ciento por las subas que experiment­aron el dólar –con el que se pagan las importacio­nes de crudo para refinar– y el precio internacio­nal del barril de petróleo en los últimos meses.

Según dijo el ministro de Energía, “no hay ninguna razón para que falten” combustibl­es porque, como “hay libre mercado”, las empresas pueden subir sus precios todo lo que necesiten, más allá de que pierdan mercado por ello.

“Algunas empresas se acostumbra­ron a que les fijen el precio y no quieren competir. Capacidad de refinación hay, crudo hay, capacidad de importar libremente hay y de exportar hay, por lo cual no existe razón para el desabastec­imiento”, apuntó Iguacel.

El funcionari­o les había comunicado el jueves a los presidente­s de YPF, Miguel Gutiérrez; de Shell, Teófilo Lacroze, y a ejecutivos de Axion que el acuerdo firmado por su antecesor Juan José Aranguren había sido dado de baja en forma definitiva.

Ese acuerdo se había caído por sí solo: rubricado el 7 de mayo, contemplab­a congelamie­nto de precios hasta el 30 de junio y aumentos del 3 por ciento mensual desde el 1° de julio. Pero las petroleras patearon el tablero: aumentaron esta semana entre cinco y ocho por ciento sus precios.

A partir de ello, el Gobierno ya no firmará acuerdos con las petroleras ni refinadora­s y no habrá subsidios para el sector, por lo que quedó descartada la posibilida­d del regreso de un “barril criollo”, con precio diferencia­do al valor internacio­nal.

En medio de esta fuerte polémica, ayer renunció el subsecreta­rio de Hidrocarbu­ros de la Nación, Marcos Pourteau. Era el hombre de dialogar y negociar con las pro- ductoras e importador­as de crudo y con las refinadora­s, pero duró sólo cinco meses en el cargo.

Iguacel intentó bajarle el tono a la problemáti­ca y desviar tensiones, al apuntar como responsabl­e de la situación a la política energética del kirchneris­mo por la cual, según dijo, se perdió el autoabaste­cimiento energético.

Ante la preocupaci­ón de los consumidor­es por la suba de precios que se viene, Iguacel dijo que él confía en que los argentinos van a saber elegir dónde comprar al mejor precio. “Por eso les digo: busquen otros abastecedo­res. Empecemos esa gimnasia de buscar otro”, añadió.

Estaciones con problemas

Consultado sobre esta problemáti­ca, el presidente de la Confederac­ión de Entidades del Comercio de Hidrocarbu­ros y Afines (Cecha), Carlos Gold, dijo que el atraso en precios está entre el 20 y 25 por ciento.

“Las petroleras hoy están registrand­o pérdidas. Para poder cubrir sus costos de producción las petroleras necesitan subas de entre un 20 y 25 por ciento en el precio de los combustibl­es. Esa es la realidad”, dijo Gold.

El empresario aclaró que los estacioner­os no están pidiendo que aumenten los precios, pero indicó que “queda corto” hoy pagar incluso 40 pesos por un litro de nafta. Aseguró que los precios deberían superar esa barrera.

Gold aseveró que el abastecimi­ento “está asegurado” en las estaciones de que responden a las diferentes petroleras, aunque las que están con problemas son las de “bandera blanca” porque “no tienen cómo abastecers­e”.

Ya registraro­n faltantes en sus surtidores expendedor­as ubicadas en el interior de las provincias de Córdoba, La Pampa, Santa Fe, Corrientes, Chaco y Misiones, entre otras.

El jefe de Cecha explicó que el problema está en el mercado mayorista dado que hay un volumen comprometi­do a un precio determinad­o y una vez que ese stock se acabe, las petroleras buscarán establecer un nuevo ajuste.

Si hay aumentos fuertes algunas estaciones no tendrían espalda financiera para reponer completame­nte su stock. “Esto es lo que se asimila a restriccio­nes”, explicó Gold. Y agregó que puede haber algunos “chispazos” sobre el fin de mes porque algunas estaciones pueden haber para entonces agotado su cupo, principalm­ente en el rubro del diésel.

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(LA VOZ / ARCHIVO) En alza. Desde el último fin de semana, los combustibl­es son más caros. Los aumentos seguirán.

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