La Voz del Interior

“Siento que la vida me ha dado muchas cosas”

-

De chiquita a Yohana ya le gustaba leer, aunque fueran hojas sueltas de Harry Potter y escribía sus propios cuentos en pedacitos de papel. Hoy, tiene todo el día ocupado: por la mañana va a Tribunales y por la tarde, a la UNC.

“Creo que soy muy bendecida de poder estudiar, también pienso que me he creado las oportunida­des o he sabido descifrar cuáles eran”, piensa. Y plantea que si bien la Universida­d parece un sueño para muchos, no es imposible llegar. “Estuve colaborand­o en el Tropezón con Rimando Entreverso­s, unos chicos que hacen rap. Yo he tenido una realidad dura, pero veo que en la villa ven muy lejos ir a la Facultad”, sostiene.

–¿Qué sentís en relación con las desigualda­des sociales, con la pobreza?

–Cuando me venden estampitas no las compro porque me parece que estoy acostumbra­ndo a alguien a que haga eso. Me enojo mucho porque para mí no hay excusas: cuando vos querés, querés. Pero es mi punto de vista y totalmente subjetivo. Teniendo hambre yo he seguido estudiando; sin el apoyo de mis padres, seguí estudiando; sin casa, seguí estudiando. Hablo desde mi experienci­a. No lo digo desde una posición superior, lo digo porque lo he vivido y para mí no es ninguna limitación. Sé que se puede. Y eso que dicen que una naranja pudre a todo el cajón, para mí no es así porque cuando vos querés salir, salís. Yo he estado en medio de donde se venden drogas y donde se roba y aún así, seguí.

–¿Cómo te ves de acá a 10 años?

–Quisiera ser fiscal de criminolog­ía de menores. De acá a 10 años me veo recibida, no sé si haciendo carrera en Tribunales. Nunca pensé llegar tan rápido. Digo: “¡Ay, Dios... está tan cerca! Me veo con mi hijo y tratando de ver mi camino en la profesión en relación a Penal Juvenil.

–Cuándo ves personas que pasan por situacione­s como las que has vivido, ¿sentís ganas de ayudar?

–Sí, estuve yendo a la villa del Tropezón. Me había comprometi­do con dar apoyo escolar, pero surgió lo del embarazo y se complicó porque tengo que cuidarme más. Me veo yo cuando tenía esa edad en situación igual a la que viven muchos niños y siento ganas de devolver a la tierra tanto que me ha dado. Siento que me ha dado mucho la vida. Muchas herramient­as, muchas cosas. Devolver ese conocimien­to, esa sabiduría. No como un ejemplo, sino como una experienci­a. A veces es difícil hablarle a alguien cuando no estuviste en su situación.

–En todo este tiempo, muchas personas te ayudaron...

–Sí, son varias. Le debo mucho a Marcela Aspell, la exdecana de Derecho. En el primer momento que me conoció me dijo. “Yo soy como tu abuela y los abuelos malcrían, no retan”. Siempre me lo dice. Mercedes Blanc también me ha acompañado mucho. Es vocal del Tribunal Superior de Justicia. Y Dios. Creo que le debo mucho a Dios. Siempre fui católica, pero ahora estoy más cerca, con más convicción. Yo sabía que había algo que me ayudaba y para mí fue Dios que siempre me acompañó. No me ha dejado desamparad­a nunca, aunque me hayan tocado muchos riesgos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina