Francia-Croacia es la gran final
Los europeos del este eliminaron a Inglaterra 2-1 en suplementario.
Se juega el tiempo suplementario entre Inglaterra y Croacia. Ambos equipos están extenuados, destrozados. Luka Modric, el “10” y figura de Croacia, luce más cansado que el resto. Pero recibe la pelota e intenta un pase que sale mal. Pierde la redonda, pero no se queda parado. Corre, hace un esfuerzo más y se tira al piso. Así, logra impedir el contragolpe de sus rivales. El instante es uno más, pero puede significar todo para esta selección de Croacia que, increíblemente (o no tanto), se metió en la final de Rusia 2018.
Un equipo con muchos niños que sufrieron la guerra en carne propia, de orígenes sufridos, se unió detrás de un mismo objetivo. Y se nota en cada pelota: dejan la vida por el compañero. Siempre tienen una gota más de transpiración para dar. Siempre hay una pierna croata que impide el gol del rival. O una cabeza que salva la pelota sobre la raya.
El propio Mario Mandzukic grita el gol con bronca, con rabia. Como en toda su carrera. Mario parece que nunca sonríe, ni cuando hace goles. Su vida no ha sido fácil: era niño cuando se refugió en Alemania con su familia, huyendo de la guerra de los Balcanes.
Recién a los 12 años, cuando todo se había tranquilizado, pudo volver a su ciudad, Slavonski Brod, pero todo había cambiado.
Mandzukic (compañero de Paulo Dybala en Juventus) tocó el cielo con las manos este 11 de julio de 2018 al marcar el gol del 2-1 que metió a Croacia en la final, en el ya épico suplementario de ayer.
Generación dorada
Croacia logró reunir para este Mundial de Rusia a su propia generación dorada de futbolistas, que brillan en distintas ligas de Europa. Su líder es Modric, claro. Luka nació en 1985, cuando Croacia todavía no existía como país.
Se crió en hoteles de refugiados, como tantos niños de su país. Muchos de ellos, integrantes de esta selección. Modric, Ivan Rakitic (compañero de Lionel Messi en Barcelona), Vedran Corluka y Dejan Lovren fueron refugiados del conflicto yugoslavo.
Ante la crisis financiera y económica de los ’80 y el final de la Guerra Fría, países como Eslovenia y Croacia buscaron su independencia. La misma fue declarada en 1991, pero dejó altos costos: más de 20 mil muertos y 37 mil heridos. En ese contexto es que llega el título de esta nota. Este es un equipo de “sobrevivientes”, como su DT, Zlatko Dalic, quien había sido contratado para dirigir ante Ucrania y el repechaje ante Grecia, cuando estaban a punto de quedar sin posibilidades de clasificar a Rusia 2018. ¿Qué pasó? Dalic logró triunfo clave 2-0 ante Ucrania, en Kiev, y una goleada 4-1 a Grecia.
Los resultados se dieron y los propios futbolistas pidieron que el entrenador siguiera en el cargo.
Luchadores
En Rusia 2018, dominaron su grupo con tres victorias (entre ellas, la destructiva goleada 3-0 a Argentina), lucharon hasta el último minuto en octavos de final (Dinamarca) y en cuartos (Rusia) para triunfar en penales, y dejaron el alma para vencer a Inglaterra en suplementario. Croacia vibra con este grupo de jugadores que puso a su nación donde nunca había estado. Este país, que es independiente desde 1991, está ahora, por primera vez en la historia, en una final del Mundial.
De sobrevivir, estos jugadores ahora pasan a vivir el sueño de sus vidas y el de todos sus compatriotas. Y ante Francia van por todo.