El 10% de los argentinos tiene una discapacidad
El superior general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, disertará en Córdoba en el marco de una serie de actividades que lleva adelante la orden religiosa.
Este viernes, brindará una conferencia magistral a las 18 en el auditorio Diego de Torres de la Universidad Católica de Córdoba sobre la identidad y la misión de las universidades jesuitas.
Posteriormente, celebrará una misa en la Iglesia de la Compañía de Jesús a las 20, y el sábado participará de un encuentro juvenil.
Licenciado en Filosofía y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela, Sosa Abascal fue elegido como Superior en 2016.
Para el reciente Encuentro Mundial de Universidades enco- mendadas a la Compañía de Jesús, Sosa Abascal elaboró un denso documento con fuerte contenido social que marcó las directrices de su pensamiento político-religioso y el rol de la educación superior. “La universidad fuente de vida reconciliada” es el título del texto, que sigue la línea social que trazó el papa Francisco
En su primer párrafo, el texto hace hincapié en la defensa de la vida. “El creciente compromiso de la Compañía de Jesús en el quehacer universitario adquiere su sentido en el deseo de contribuir efectivamente a hacer posible una vida digna, plena, para todos y cada uno de los seres humanos, en el presente y en el futuro”, afirma.
En su desarrollo también manifestó su preocupación por la situación de los migrantes en todo el mundo, las condiciones de pobreza, la discriminación y la falta de participación democrática.
Conocido como “el papa negro”, denominación que causa cierto disgusto entre los jesuitas y que evoca un supuesto poder de la orden dentro de la Iglesia Católica de, Sosa Abascal se desempeñó como provincial en Venezuela desde 1996 hasta 2004.
En la Argentina hay un 10,2 por ciento de personas que tienen dificultades para ver, oír, recoger y levantar objetos con las manos o los brazos, caminar o subir escaleras, bañarse, vestirse o comer solos, comunicarse, aprender cosas, recordar, concentrarse o controlar su comportamiento y, en particular en el caso de los niños, jugar con sus pares.
Así se desprende del primer informe sobre personas con discapacidad que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El relevamiento sobre esta población específica no se hace desde 2002, cuando se efectuó como complemento del censo de 2001.
De acuerdo con el trabajo, en términos absolutos, la población con dificultad asciende a 3.571.983 personas. Es decir, aproximadamente 10 de cada 100 personas que viven en localidades de cinco mil habitantes o más poseen algún tipo de dificultad.
La región de Cuyo es la que presenta mayor proporción de personas con dificultad (11 por ciento) y la región Patagonia es la que presenta la menor proporción
(9 por ciento).
En general, la prevalencia es mayor para las mujeres que para los varones, en especial a partir de los 80 años, momento en el que alcanza una diferencia de 10 puntos porcentuales entre ambos sexos. Una de cada dos mujeres de
80 años o más posee alguna dificultad.
Esta población también se distribuye de manera diferencial según se trate de niños, jóvenes, adultos o adultos mayores. Entre los más jóvenes, la prevalencia de dificultad es del cinco por ciento, mientras que partir de los 40 años es del 12,1 por ciento. A partir de los 65 años, supera el 25 por ciento.
“Hacía muchos años que la Argentina no tenía datos concretos sobre la prevalencia de personas que tienen alguna discapacidad, de qué tipo, si es o no adquirida, su edad, su género, la región donde viven, entre otros. Esta información es fundamental a la hora de llevar adelante políticas de Estado específicas, según cada necesidad”, enfatizó la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti.