La Voz del Interior

Luego de discutir, lo arrastró 5 cuadras en el capó del auto

El hombre resultó con algunas heridas por las maniobras que hacía el otro conductor, quien trataba de hacerlo caer del vehículo. Sucedió en barrio Güemes, en Córdoba capital. La disputa se inició por una discusión de tránsito. El acusado quedó libre y ana

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

Otra vez, la irracional­idad y la violencia hicieron que un simple incidente de tránsito en las calles de Córdoba terminara mal y por poco estuviera de culminar de la peor forma.

Un sobrepaso entre dos vehículos, con un daño de chapa, terminó en una persecució­n que a su vez derivó en que uno de los automovili­stas quisiera escapar y arrollara a otro hombre, arrastránd­olo cinco cuadras encima del capó.

A lo largo de la maniobra, la víctima terminó golpeada y por poco estuvo de caer del rodado, con el riesgo de terminar atropellad­o.

El violento episodio, conocido en las últimas horas, sucedió el sábado pasado a la madrugada (luego de los festejos del día del Amigo) en barrio Güemes, próximo a Nueva Córdoba, en la Capital. La víctima está fuera de peligro, aunque resultó con lesiones en una pierna. El conductor acusado, en tanto, permanece libre aunque fue fichado y en las próximas horas podría ser imputado.

El incidente, uno más en la saga de “relatos salvajes” que se viene registrand­o desde hace tiempo en Córdoba, se produjo pocas horas después de que otra pelea de tránsito por un choque terminara con un motociclis­ta apuñalado.

Sobrepaso y roce

Respecto al último drama, todo se inició el pasado sábado alrededor de las 5 en calle Fructuoso Rivera, en dirección al Centro, a pocos metros de La Cañada.

Por el lugar circulaba un Renault Prisma conducido por un muchacho, quien iba acompañado por dos amigas y otro hombre.

De pronto, por detrás, apareció un Ford Fiesta de color beige conducido por un hombre, quien pretendía adelantars­e a toda costa.

Según la causa, como en ambos lados de la calle había autos estacionad­os, el conductor del Prisma no pudo hacerse a un lado, por lo que el del Fiesta comenzó a hacerle cambios de luces y a efectuar maniobras de sobrepaso.

Cuando quien iba adelante pudo tirarse a la derecha, el del Fiesta lo sobrepasó y, en eso, le efectuó un roce en la parte trasera izquierda del chasis. Lejos de detenerse, el Fiesta aceleró hacia calle Belgrano y giró hacia Achával Rodríguez, pleno barrio Güemes.

El conductor del Prisma comenzó a seguirlo, ya que quería tomarle los datos de la póliza del seguro, y logró cruzarle el auto delante.

En medio de una gran cantidad de personas, ambos automovili­stas se bajaron a hablar de manera tensa, pero a fin de cuentas intercambi­aron los datos.

Del Renault Prisma se bajó a su vez un amigo del conductor: Federico Ismael Giupponi (35).

En esas circunstan­cias, de acuerdo a fuentes del caso, quien manejaba el Ford Fiesta quiso arrancar. Giupponi se paró adelante y fue arrollado.

Raid de locura

Frente a todos, el conductor del Fiesta arrancó y el peatón terminó siendo subido al capó. “¡Salió al palo! Yo quería que no se fuera y me llevó a mí por delante. Me embistió. Tuve que hacer fuerza para agarrarme y no caerme, porque si me caía, me pisaba”, relataría luego la víctima, según confiaron fuentes oficiales a LaVoz.

La acción se extendió unas cinco cuadras ya por Achával Rodríguez y La Cañada. Según testigos, el conductor del Fiesta frenaba y aceleraba para volver a detenerse y retomar la marcha con la intención de que quien iba en el capó, se cayera al suelo. También hacía maniobras con el volante.

La secuencia culminó finalmente cuando el amigo de Giupponi, el conductor del Prisma, logró interceder y frenar adelante. La zona se llenó de curiosos. Muchos pensaron que se trataba de un asalto.

A los pocos minutos, llegaron los primeros policías.

Para ese entonces, el conductor del Fiesta, según testigos, estaba fuera de sí y habría efectuado amenazas contra los del otro auto.

Federico Giupponi resultó con algunos traumatism­os en sus piernas y otros moretones.

Ante los policías, el conductor del Fiesta dijo llamarse Alejandro Daniel Obregón, vecino de barrio Ituzaingó y que tiene 41 años.

De manera preventiva fue aprehendid­o, pero no quedó detenido finalmente.

Fiscalía. El caso está en manos del fiscal de instrucció­n Guillermo González, quien analiza las pruebas del caso y acumula testimonio­s para tomar una definición que podría darse en las próximas horas. “El caso se está evaluando”, indicó una fuente de la fiscalía.

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(LA VOZ / ARCHIVO) Madrugada de locura. El violento incidente ocurrió en el barrio Güemes, en plena madrugada.

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