Serie cordobesa.
“Incomunicados” es una nueva serie cordobesa que trata la dependencia virtual. Con gran elenco y producción, la comedia de ocho episodios se estrena hoy por Canal 10.
“Incomunicados” arranca esta noche en la pantalla de Canal 10.
De Re loca a Black Mirror, de la comedia al terror, las nuevas tecnologías y sus consecuencias profundas e imprevisibles han sido abordadas en ficciones recientes que funcionan como tanteadores conejillos de Indias. A nivel local, la tendencia se asimila en Incomunicados –la serie de Muchas Manos Films que estrena hoy en televisión abierta después de una burocrática demora del Incaa por el cambio de gobierno, pues tras ser ganadora del concurso de ficciones federales, la tira se filmó en 2015–, que pone el foco en el caos social y psicológico que desencadena la cultura smartphone: no sólo en su uso, sino también en su abstinencia, en tanto la historia se desencadena cuando un desperfecto técnico deja a toda la característica 0351 sin cobertura.
En la vereda de la comedia de enredos (inalámbricos), Incomunicados recurre a un gran elenco cordobés para su despliegue coral, en el que caben actores de trayectoria, influencers y mediáticos (Eva Bianco, Santiago Zapata, Agustina “Papry” Suásquita y “el Loco” Denis, entre otros). Con el call center de una compañía telefónica como eje sitcom, la tira que dirige Raúl Vidal –con guiones de su autoría y de Matías Carrizo– conecta con subnarraciones como la de una mujer grande y sola desesperada por hablar con sus nietos, una pandilla de secuestradores incapaces de pedir rescate o una mujer casada que contacta a un viejo amor a través de Facebook.
Los conflictos patológicos nacen asimismo en el centro de telecomunicaciones, donde una secretaria que perdió su teléfono en el inodoro le roba el celular a su jefe para chequear la aplicación del clima, entre otras situaciones ridículamente probables. Varias de las experiencias tienen origen real, como la que hizo posible la ficción.
“En 2006 había ido a una fiesta en un boliche y vi a dos chicas que estaban una al lado de la otra, pero que no se comunicaban entre ellas, sino a través de mensajes de texto –cuenta Vidal–. De hecho, en un momento una le habla a la otra para preguntarle si le llegó el mensaje. Ahí me di cuenta de que estaba pasando algo muy fuerte en la comunicación, entonces realicé un cortometraje que se llamó Ring-Tone. Pasaron cerca de 10 años, nos dimos la oportunidad de filmar una serie y vimos que la temática de la incomunicación se había quintuplicado con las redes sociales y los smartphones ,yenel juego con el absurdo empezaron a surgir un montón de historias”.
Y agrega: “Incomunicados es una comedia, me gustan desde Los Simpson hasta los Monty Python, pero el otro día estaba escuchando a Dolina y cómo improvisa las historias en la radio, y también va por ese lado. Se trata de improvisar los límites del absurdo desde la lógica neurótica. Echarle la culpa a la tecnología es una excusa. A diferencia de series como Black Mirror acá son los personajes los que se complican. La tecnología es una excusa para la desesperación. Si te gusta una persona y tenés muchas ganas de decírselo, no esperes a que la red social te dé una aplicación especial. Andá y decíselo. Uno se plantea ir o no ir, qué dirá, qué pensará, saldrá bien o mal, qué sucede si dice que no, todas esas cosas que uno hace para impedir la felicidad que se persigue. Nuestra existencia es complicada porque nosotros nos la complicamos”.
Otra tonada Incomunicados se estrena en un contexto de efervescencia en materia de series, ya sea por la fiebre global streaming como por la buena repercusión de tiras locales como La chica que limpia. Tanto su elenco como el humor y el sector social caracterizados son eminentemente locales. “La ubicación es la Córdoba universitaria, esa Córdoba de Nueva Córdoba que tiene una juventud que viene de otros lados. Y el humor es bastante amplio, no es el de Cacho Buenaventura, el Negro Álvarez u Hortensia. Los cordobeses transforman el humor en una forma de vida, no es simplemente un chiste, sino una actitud frente a cómo afrontar las cosas “, apunta Vidal.
Y completa: “Queremos desarrollar un star system en Córdoba, tenemos realizadores, guionistas y actores de gran nivel. En Buenos Aires, históricamente hubo un actor que garantiza cierta audiencia. Por más discutible que sea, ayuda un montón. Es un buen momento para dar cuenta del nivel de producción que tenemos, sumado al reconocimiento que la Ley Audiovisual de la Provincia hizo de la práctica a nivel industrial. Los cordobeses no se han dado cuenta de la cantidad de producciones hechas en Córdoba que consumen, aunque digan que no ven cosas de acá. El audiovisual sirve para desarrollar otras cosas, hoy todo pasa por la pantalla. Me ha pasado de vender el auto de mi viejo, que no era muy vendible, por una foto hermosa que subí a internet. Córdoba tiene una industria audiovisual muy desarrollada”.